tag:blogger.com,1999:blog-37244193193182673992024-03-13T07:21:28.431-07:00DE LA PULCRA CENIZAJuan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.comBlogger78125tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-76623718861916699492017-04-10T02:21:00.001-07:002017-04-10T02:30:32.376-07:00TRASLADAMOS NUESTRO BLOG<div class="" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="http://www.delapulcraceniza.com/blog/" target="_blank"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-wPVajxFDrgo/WOtQRMezkhI/AAAAAAAABkM/pam6E5GDCZY8Opl3DO1egOff9bo4ZHGWgCLcB/s1600/Nos-trasladamos.jpg" /></a></div>
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<a href="http://www.delapulcraceniza.com/blog/">http://www.delapulcraceniza.com/blog/</a></div>
<br />Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-35263005377279303642017-02-26T12:57:00.000-08:002017-02-26T12:57:09.981-08:00BRAQUE Y EL GORRIÓN LUNAR<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-eydd0UM2XQg/WLM6DV_dioI/AAAAAAAABiw/-jWlu91bqIYYRHj5Ibmn1GsqEIZUXMzJwCLcB/s1600/braque-georges-quatre-oiseaux-1959.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="235" src="https://2.bp.blogspot.com/-eydd0UM2XQg/WLM6DV_dioI/AAAAAAAABiw/-jWlu91bqIYYRHj5Ibmn1GsqEIZUXMzJwCLcB/s400/braque-georges-quatre-oiseaux-1959.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Quatre oiseaux</i>, litografía de Georges Braque, 1959.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">“Todo está dicho ya, pero, como nadie escucha, hay que
volverlo a decir”. Aparte de la gracia que pueda tener, el comentario de André
Gide es mordaz y de efecto disolvente sobre el paradigma de la originalidad, a
la que rebaja y degrada a mera contingencia, a bagatela poco menos que insustancial
derivada de la falta de atención auditiva. De ser cierta la observación de
Gide, la originalidad consistiría no en decir algo nuevo sino en repetirlo bien
alto. Conviene aclarar, no obstante, que en el atestado panorama del arte
actual hablar alto no garantiza en absoluto que a uno lo oigan, y menos aún que
lo escuchen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> El artista de hoy está sin duda al caso de esa circunstancia
y tiene plena noción de que a estas alturas de la película, al cabo de unos
cuantos milenios de actividad artística y en plena época de desbordamiento en
la producción y difusión de imágenes, de cohabitación, mestizaje y promiscuidad
generalizada entre tendencias, escuelas, movimientos, lenguajes y demás, el arte
es un espeso concentrado, una suerte de olla podrida en la que hierve de todo y
donde la originalidad genuina es infrecuente, rarísima. Hay, eso sí, tenues
variaciones, reinterpretaciones, remezclas personalísimas, meritorios injertos
manieristas practicados con materiales reaprovechados y prácticas avanzadas en
el campo de la ingeniería artística; pero la creación genuina de algo
intrínsecamente nuevo no se da así como así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> En medio de ese clima generalizado y plenamente aceptado del
arte como asunto en gran medida “ya visto”, el artista de ahora sigue
defendiendo a dentelladas la propia posición y su margen de originalidad y
aportación personal, pero desde la plena consciencia de que trabaja inmerso en
un vertedero de todo tipo de detritos semióticos y de que es parte de una
cadena promiscua en la que contamina y es contaminado. No obstante eso, y por muy
asumido que tenga que todo es derivación y mezcla, acepta de mejor gana la
influencia difusa que haya podido recibir del signo de los tiempos, de la
tradición o de una corriente genérica, que no el influjo específico, directo y
reconocible de la escena local o del entorno inmediato. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La sospecha de haber sido influido y estar a la sombra de un
talento mayor puede llegar a generar un cuadro angustioso, como dejó patente
Harold Bloom en su <i>La ansiedad de la
influencia</i>, donde examina el peliagudo asunto de la relación morbosa del
escritor con sus predecesores. Bloom postula en esa obra que el autor que
quiera ser alguien debe absorber, neutralizar y desprenderse de la influencia
atenazante de sus predecesores. Matar al padre y cortar por lo sano con su
influjo. Según Bloom, esa es la única manera de comenzar el peregrinaje hacia
la consecución de una voz propia. Borges, que deploraba la violencia, aportó una
solución ingeniosa que evita el parricidio y el consiguiente derramamiento de
sangre, pero que es mucho más exigente y no está al alcance de cualquier
talento. El maestro argentino dijo que el escritor de mérito “crea sus
predecesores”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> No sé hasta qué punto y con qué intensidad, pero estoy seguro
de que entre los jóvenes artistas de la escena barcelonesa se deja sentir esa
ansiedad de la influencia, pero no de arriba abajo o de maestro a discípulo,
sino la influencia transversal entre artistas colindantes que se influyen unos
a otros por proximidad y que suele ser foco de rivalidades. A principio de los años ochenta del pasado
siglo, cuando yo estaba a punto de iniciarme como presunto artista en ciernes,
la joven escena barcelonesa estaba bastante caldeada a ese respecto. Como claro
exponente de hasta qué punto ese factor se dejaba sentir en el ambiente,
transcribo a continuación un fragmento del texto del catálogo<i> Veintiseis pintores</i>, <i>trece críticos, panorama de la joven pintura
española</i>, publicado en 1982 y con el que María Teresa Blanch presentaba la
obra de Xavier Grau: <i>“En un momento como
el actual, en que todo parece fundamentarse en aprender las mejores lecciones
pictóricas del pasado, Grau se despreocupa de pellizcar aspectos de los grandes
cuadros. Es uno de los más beligerantes con los resultados artísticos de sus
compañeros, y de los que menos espían la situación del entorno para ver si es
imitado o sobrepasado. No es de los que hacen altos en su trabajo para cargar
baterías con lo que los demás dejan abierto.” <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Todo ese largo preámbulo viene a cuento de que el pasado
viernes, en mi periplo quincenal por la zona de Granados-Ciento para ver qué
ponen las galerías de la zona, me di de bruces en la Joan Gaspar con una litografía
de Georges Braque que desconocía, y que instantáneamente reconocí como
predecesora de una ilustración de Delia Zavala que aparece en una de nuestras
publicaciones. Ni técnica ni formalmente son similares o siquiera parecidas,
pero es obvio que son de la misma familia puesto que la anécdota que plasman es
idéntica: unos pájaros de idéntico color volando tras la estela del que va
delante, que es de tonalidad inversa. Entiendo que la obra de Braque es predecesora
en el sentido de que es anterior en el tiempo a la de Delia Zavala, pero no sé
hasta qué punto podría serlo también como influencia directa. Es más que
probable que se trate de una simple coincidencia, pero nunca se sabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-YlLh4o78My0/WLM7W1cqn0I/AAAAAAAABi4/A1DvWJ6zng8v-vNtexGqYVBlJcJ-i05OwCLcB/s1600/el-gorrion-lunar-06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://2.bp.blogspot.com/-YlLh4o78My0/WLM7W1cqn0I/AAAAAAAABi4/A1DvWJ6zng8v-vNtexGqYVBlJcJ-i05OwCLcB/s400/el-gorrion-lunar-06.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Delia Zavala, ilustración para <i>El gorrión lunar, </i>1968 aprox.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La obra de Braque <i>Quatre
oiseaux</i> es de 1959 y la de Zavala, que no tiene título y forma parte de un
vasto trabajo inacabado conocido como <i>El
gorrión lunar</i>, de finales de los años sesenta. Que yo sepa, el trienio que
Delia estuvo enfrascada con los originales de ese trabajo malogrado fue de
absoluto aislamiento en una zona de difícil acceso de El Bierzo, donde ejercía
de maestra de escuela en una remota pedanía. Eso no quiere decir nada, por
supuesto. En los años previos había bajado periódicamente a León capital y se
sabe que hizo visitas esporádicas a Madrid durante sus primeros años como
docente. Discernir si pudo ver alguna reproducción o incluso una de las copas
de la litografía sería una tarea abrumadora, difícil y tan fascinante como
llegar a dilucidar si era una artista informada y porosa que bebía del entorno,
o bien era, como todo parece indicar, cerrada y refractaria.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Como editor de una parte de la obra de Delia Zavala donde
aparece esa imagen soy parte interesada e implicada en todo lo que la atañe; no
obstante, y al no detentar la autoría de la obra en cuestión, no pude sentir en
carne propia la auténtica “ansiedad de la influencia”, sino tan solo una
sensación diferida, sucedánea y de menor intensidad. En cualquier caso, lo
cierto es me dejé embargar por algo parecido al ver que, si bien con otro
lenguaje y desde el seno de otra tradición, la misma anécdota ya había sido
abordada por Georges Braque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ya en otro orden de cosas, y para acabar, añado que según se
indica en la página web de la galería Joan Gaspar, la litografía de Georges
Braque, número catorce de un tiraje de doscientas setenta y cinco copias, se
vende por 4.840 euros. Por nuestra parte, como se puede ver en la quinta página
de la tienda de nuestra humilde página web, vendemos la obra original de Delia
Zavala por 300.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-527149306092770572016-12-31T10:00:00.000-08:002016-12-31T12:13:16.372-08:00LA ESTATURA Y EL PORTE DE LOS LIBROS<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Hz-aso3U0Q4/WGfirSuCKRI/AAAAAAAABhw/XZLA4t93USQ1qR4cV965AF8Ys8gOfPOGwCLcB/s1600/salinas%2B003.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-Hz-aso3U0Q4/WGfirSuCKRI/AAAAAAAABhw/XZLA4t93USQ1qR4cV965AF8Ys8gOfPOGwCLcB/s400/salinas%2B003.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Diseño retro de Alfaguara para una publicación de hoy.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Hace apenas unos días, y a buen precio, me hice en el “Quiosco”
de Penguin Random House con un ejemplar de <i>Jaime
Salinas, el oficio de editor</i>, publicado por Alfaguara en 2013 con un aspecto
bastante fiel al que esa colección presentaba hace ya una cuarentena de años.
Aquel diseño, que incluía también una forma muy particular de acceder al libro
y de presentar la portada, la portadilla y la página de créditos, fue muy
impactante en su momento. Lo firmó Enric Satué, cuya mención como diseñador se
ha incluido para la ocasión también en la cubierta de esta edición especial. Me
parece apropiado y de justicia que junto al nombre de Jaime Salinas, que fuera
ideólogo de la colección y su primer y legendario editor, aparezca en un mismo
plano el de Enric Satué, el no menos legendario grafista que le dio forma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Según cuenta Juan Cruz en el prólogo, el mecanoscrito de la
obra sufrió diversos avatares que incluirían el retiro forzado, el extravío
posterior, el reflotamiento casual, el salto final a otra editorial y su
publicación en una colección exenta de Alfaguara con un diseño intencionadamente
retro. Aunque solo fuera por haber sobrevivido a todo ese trajín, el libro ya
valdría la pena; pero es que, además, el volumen es de lo más interesante
porque, entre otras andanzas, describe pormenorizadamente la peripecia vital y el
periplo editorial de Jaime Salinas en Seix y Barral, en Alianza Editorial después
y por último al frente de Alfaguara durante los años revoltosos de esa firma.
Entiendo que ese historial lo convierte en figura clave cuyo caso ilustra una
de las cíclicas apariciones en España del fervor adolescente de la edición, de
su posterior declive y entrada en la vida adulta del comercio serio. O al menos
así lo veo yo, como en breve expondré en este mismo blog. De momento, lo que me
interesa reseñar de esa publicación va por otros derroteros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Jaime Salinas deja patente a lo largo del texto que la
factura del libro y su aspecto fueron asuntos a los que prestó especial
atención. Editor preocupado por el porte y el aliño del libro, ha sido uno de
los que con más acierto supo rodearse de grafistas capaces de convertir sus
publicaciones en objetos atractivos para el ojo principalmente, aunque no solo. Es al tener el libro entre las manos cuando se aprecia que esta edición especial solo recrea el aspecto visual de la vieja colección Alfaguara, no las cualidades táctiles de las cubiertas de su etapa clásica impresas en papel Acuarela de Romani, algo más grueso, suave y natural al tacto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Sin contar sus años de aprendizaje en Seix y Barral, donde
estaba a la sombra de Carlos Barral, Jaime Salinas se inició como editor en
Alianza Editorial, donde fichó a Daniel Gil como diseñador de la colección de
libros de bolsillo con unos resultados que, a la vistan están, son de
referencia ineludible para la historia del diseño editorial en España y forman
ya parte de la memoria gráfica y sentimental de toda una generación de
lectores. Después de su etapa en Alianza, volvió a hacer lo propio en la
editorial Alfaguara junto al grafista Enric Satué, al que encargó el diseño
integral de su ya legendaria colección, cuya límpida estampa también ha pasado
a formar parte del bagaje visual, sentimental e intelectual de una buena parte
del colectivo sénior de lectores en este país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Antes de seguir, creo necesario aclarar por qué hablo de
grafistas a estas alturas y hago especial hincapié en la maquetación editorial
y la distingo del diseño. Antes de la adopción masiva del término diseñador
gráfico, la maquetación y el aspecto del libro los firmaba un grafista,
sustantivo pelado, autosuficiente y bastante más breve que el de diseñador
gráfico, que precisa de un adjetivo que especifique en qué rama del diseño se ejerce.
El grafista era un profesional de perfil claramente artesanal que podía o no adolecer
de las veleidades artísticas que son de rigor pero, en cualquier caso, sin la
pose ni la afectación de que ha hecho gala el gremio a partir de la
entronización del diseño gráfico como profesión de moda y del diseñador como personaje
influyente. Ese ciclo ascendente, que como digo acabó por entronizar al
diseñador como referente profesional y al diseño gráfico como tendencia en boga,
se vivió aquí en Barcelona ―no en vano fue la capital del diseño― con especial
virulencia hace ya un par de décadas. Por entonces<i> </i>la ciudad estaba a rebosar de diseño y sobre todo de diseñadores
gráficos enfatuados y convencidos de estar muy por encima del saludable “perfil
bajo” ―por decirlo con David Bowie― de grafistas y tipógrafos, los modestos
artesanos que levantaron trabajosamente en el pasado los rudimentos de la
profesión y la habían llevado hasta su cima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La humildad del tipógrafo y la modestia del grafista de
antaño me parecen actitudes justas, comedidas y de enorme magisterio. De ahí
que opte por utilizar a veces, de manera nostálgica y algo provocativa ―por qué
no admitirlo―, el término grafista para referirme al diseñador gráfico de hoy. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Está también el asunto de la maquetación, que ajusta el ancho
de los márgenes, acota el área de la página que ha de ser manchada por el texto
e incluye el interlineado, los cortes y el tamaño del libro así como las calidades
y los gramajes de los papeles que se han de emplear en la cubierta, las guardas
y la tripa. Cuando la tarea de un grafista es integral y no se reduce al mero diseño
de la cubierta, es de su incumbencia y queda librada a su gobierno también la
maquetación, que otorga al libro su peso, tacto, empaque objetual y tamaño. No
es asunto menor ese de la maquetación, que por su decisiva importancia en el
coste final del libro suele quedar las más de las veces al cuidado del área de producción,
quedando para el grafista el diseño la portada y poco más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Todo eso viene a cuento de que esta edición que comento tiene
un tamaño algo mayor que el de las viejas publicaciones que imita. En realidad,
el tamaño de este <i>Jaime Salinas, el
oficio de editor </i>es el de los libros que se editaron en la segunda época de
la colección, que tenía un diseño hasta cierto punto deudor del precedente ― también lo firmaba Enric Satué―, pero renunciaba a la austeridad de la
tipografía pura y se sumaba a la borrachera de imágenes y la postración ante el
icono que cundían en el ámbito del diseño editorial. Esos volúmenes ya eran
algo mayores que los precedentes, como he podido comprobar cotejando algunos
ejemplares de mi biblioteca ―<i>Trastorno</i>
es algo menor que <i>En la penumbra―</i>,
pero aún estaban lejos del tamaño “chicarrón” de lo que hoy publica Alfaguara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/--1JOnoLOsgI/WGflDB_-6CI/AAAAAAAABh4/AAtgX6X8zWAkn3ARmdap39otv_7u9_3MgCLcB/s1600/salinas%2B004.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://2.bp.blogspot.com/--1JOnoLOsgI/WGflDB_-6CI/AAAAAAAABh4/AAtgX6X8zWAkn3ARmdap39otv_7u9_3MgCLcB/s400/salinas%2B004.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Así se ve el estirón de los libros de Alfaguara entre 1978 y 2016.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Polémicas al margen, de lo que no cabe duda es que los libros
son cada vez más grandes. Y no solo la novelería a granel para el gentío;
también el resto del abanico de géneros se ha deslizado hacia el formato macro.
Es una tendencia que viene de lejos y afecta ya a una buena parte de la
producción editorial, que vierte al mercado carretadas de publicaciones cada
vez mayores, más ampulosas y claramente afectadas por la plaga de vigorexia que
cunde por ahí. Los libros de ahora mismo tienen el aspecto de haber sido
cebados con hormona de crecimiento y esteroides anabolizantes, substancias que
se impusieron en su momento entre los
chulitos matasiete de los gimnasios de barrio, y, a lo que vemos, han calado
hasta el sector editorial. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Es evidente que la edición se ha contaminado de la obsesión actual
por “ponerse grande”. Cualquiera puede ver que el tono muscular de Steve
Mcqueen era natural y que la hipertrofia del culturista tiene truco. Del mismo
modo, es evidente que los libros que se publicaban hace treinta años eran más
pequeños y naturales que los de hace veinte, y que a su vez estos eran más
pequeños que los actuales, que son artificiales y disparatadamente grandes. Casi
monstruosos de lo atiborrados de hormonas que salen de la imprenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Ier3B9qzk5A/WGfniK3jtVI/AAAAAAAABiE/sNpUT38odocgE6LBBkmtIqDZJJYor0U-QCLcB/s1600/salinas%2B007.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-Ier3B9qzk5A/WGfniK3jtVI/AAAAAAAABiE/sNpUT38odocgE6LBBkmtIqDZJJYor0U-QCLcB/s400/salinas%2B007.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">La colección Biblioteca Breve, ahora y en 1984.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-wioWHbClD3c/WGfnqt3aq5I/AAAAAAAABiI/NkoOt6C9ZJcZKxZ1AMG_OOVybIZrK9QkQCLcB/s1600/salinas%2B006.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://3.bp.blogspot.com/-wioWHbClD3c/WGfnqt3aq5I/AAAAAAAABiI/NkoOt6C9ZJcZKxZ1AMG_OOVybIZrK9QkQCLcB/s400/salinas%2B006.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">La colección Palabra en el tiempo, en 1990 y 1978 respectivamente.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Bodoni no levantará la cabeza, ni Whistler; tampoco Joan
Oliva, Alexandre de Riquer, Juan Ramón Jiménez o don Ramón Miquel i Planas y su
cohorte de exquisitos de la edición volverán desde sus panteones. Eran
demasiado señoritos y refinados para tomarse el trabajo de echar siquiera un
vistazo a la barbarie de hoy. Pero si fueran los espectros de Jiménez Fraud,
García Maroto, Saturnino Calleja o José Janés los que regresaran y se dejaran
caer por la Casa del Libro, quedarían horrorizados no de qué sino de cómo se
edita hoy. Ellos también fueron editores comerciales y masivos, pero con otro
gusto y sobre todo a otra escala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> El fantasma de don José Janés es de los que sufriría de lo
lindo. Acostumbrado al papel manila, los gofrados, las portadillas bitono, el papel
charol y todo el esmerado aparato que puso en las miniaturas que publicó en Grano
de Arena, Cristal, Las Quintaesencias, Libélula y demás colecciones de formato
ínfimo, le parecería que los libros de hoy van por ahí en sudadera y bermudas,
todo en tallas grandes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Qr1SwECCMN8/WGfqR6pmahI/AAAAAAAABiU/4Q2YEqj1z1U_iO1zDwrgtM4xv8c2nFiawCLcB/s1600/salinas%2B008.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-Qr1SwECCMN8/WGfqR6pmahI/AAAAAAAABiU/4Q2YEqj1z1U_iO1zDwrgtM4xv8c2nFiawCLcB/s400/salinas%2B008.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Un par de virguerías de Janés editor, y un Alfaguara tamaño "chicarrón". </span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-43821759976209614522016-12-28T03:01:00.001-08:002016-12-29T03:40:33.918-08:00PATERSON, UNA INSTANTÁNEA DE LA FELICIDAD<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-Iq_qbfTbB2Y/WGOUxdW_2DI/AAAAAAAABhg/LJDAFveZGLYpbBAZejamp0jw4Ti87z6HQCLcB/s1600/Paterson.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-Iq_qbfTbB2Y/WGOUxdW_2DI/AAAAAAAABhg/LJDAFveZGLYpbBAZejamp0jw4Ti87z6HQCLcB/s400/Paterson.jpg" width="280" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Imagen para la promoción de <i>Paterson</i>, lo último de Jim Jarmush.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">No las tengo todas conmigo respecto a que <i>Paterson</i>, la reciente película que ha
firmado Jim Jarmush, vaya a ser refrendada con total unanimidad por su legión
seguidores. Doy por seguro que una pequeña fracción de esa feligresía objetará
que esta <i>Paterson</i>, que ha sido calificada
dentro del género de comedia dramática, es notable pero se queda por debajo de
las cimas de su filmografía. Y no me extrañaría ―como si lo viera― que las
objeciones de esa minoría sean exactamente las mismas, pero sin espinas ni asperezas
y expuestas con el respeto debido, que el rosario de observaciones críticas y
enmiendas que han vertido sobre la película tanto los enemigos declarados del
cine más o menos <i>arty</i> en cualquiera
de sus manifestaciones, como también quienes van por libre y comulgan solos: que
el guión no tiene excesiva consistencia, que es algo reiterativa, tenuemente
insípida, complaciente y carente de nervio, y que la economía expresiva de su
principal protagonista, más que comedida o austera, raya con el autismo más
exasperante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Si bien todo ese cúmulo alegaciones en contra no van del todo
desencaminadas y encierran algo de verdad, a qué negarlo, no es menos cierto
que la dosificación calculada de esas flaquezas y el dominio del encaje de
oficio, que la mano de Jarmush ha bordado con habilidad y gracia en un tejido
luminoso, hacen que la película se eleve como el capullo de una flor de loto
sobre esos cienos y resplandezca abierta sobre ellos. Yo creo que Jarmush ha hecho
en esta película lo que viejos maestros como Degas, Renoir, Whistler y nuestro
Ramón Gaya hicieron con su pintura en las postrimería de su carrera, cuando lo
depurado de su técnica, su despeje, economía y pasmosa felicidad de ejecución
dio lugar a esas obras de grandiosa sencillez, bellas sin afectación, modestas
y absolutamente inolvidables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Paterson</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> va de poesía, de cómo diantre se
hace un poema, de la misteriosa destilación de la materia prima del lenguaje y
de cómo ese decantado fluye a diario y se remansa en un poemario en estado de
borrador. Y también de cómo el milagro de ese delicadísimo proceso, que
acontece en medio del trabajo, de las imposiciones de la vida material, de la
usura del tiempo y de la monotonía del ir tirando, es milagro por encima de
todo; prodigio sobrenatural que derrama, sobre el tedio y la monotonía del día
a día en una ciudad de provincias, una hermosa luz de gema curativa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Paterson</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> es una instantánea de la felicidad,
una foto de pareja joven de artistas en ciernes con perro, casita a las afueras,
bastante ocio, un sueldo y mucha vida por delante. También es una ecografía del
amor en estado de larva. Jarmush deshoja una margarita de siete pétalos, uno
por cada día de la semana, y sale que sí, que la vida quiere a Paterson y a Laura.
Sale que sí porque en esa Paterson filmada no hay lugar para dualidad ninguna:
solo existe el sí, cada uno de los pétalos ha sido arrancado bajo el imperio de
la afirmación y de acatamiento a la clausula obligatoria del sí. La vida los
quiere; y eso obliga a que la felicidad, el amor, la creatividad, la primavera,
la belleza y todas las benditas delicias del lado soleado de la vida derramen
silenciosamente su dádiva sobre ellos. Paterson y Laura no viven en el mundo,
sino en una gran bambolla de gracia en cuyo centro se alza la ciudad de
Paterson.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Paterson</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> es una apología del amor y también,
ya digo, una ecografía de ese vampiro en estado de larva, cuando es más
poderosa su propiedad estupefaciente. A lo largo de la película, la adormidera
del amor secreta su alcaloide sedante, la vaharada de opio que sume a la pareja
y a toda Paterson en esa modorra de buena voluntad y mejor rollo en que
transcurre la película. Que el perro destroce el borrador del poemario y lo
haga añicos no deja de ser una anécdota simpática, que ni causa desazón alguna
ni provoca la mínima contrariedad puesto que el amor y la poesía son
inagotables en Paterson. La alfaguara donde abrevó William Carlos Williams
sigue manando para todo aquel que tenga sed de simplicidad, afecto y hermosura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Por lo que dicen, la naturaleza de la felicidad es transeúnte;
una exhalación que apenas se deja ver ―vista y no vista― y que solo da para un
plano secuencia, no para toda una película y menos para toda la vida. De ser eso
verdad, la felicidad que hora tras hora disfrutan Paterson y Laura a lo largo
de esa gloriosa semana que abarca la película es felicidad sedada y pasada a
cámara lenta para regocijo del espectador. Cualquiera que sea su velocidad de
paso, lo propio de la felicidad es su carácter transeúnte y fugaz. Acaso la
felicidad circule a todo trapo por Paterson, y su maravillosa exhalación atraviese
otras vidas, otros hogares. Lo que es seguro es que a poco de comenzar la
película ―puede que ya al segundo plano― ha cruzado y dejado atrás la casita
retirada de Paterson y Laura, que ya no viven en el núcleo incandescente del cometa
de la felicidad, sino en el rebufo que ha dejado a su paso, esa estela caliente
que se debilita y enfría por momentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La pareja que enfoca la cámara de Jarmush es gente corriente
pero especial: una pareja de artistas en ciernes cuyas carreras se hallan
todavía en estado embrionario. Salvando las distancias, podríamos convenir que los
prácticamente anónimos Sylvia Plath y Ted Hughes a finales de los años
cincuenta, o los desconocidos Patti Smith y Robert Mapplethorpe en la segunda
mitad de los sesenta, estaban también en una tesitura parecida: no faltaba
talento ―o se daba por supuesto― y todo estaba por hacer. Paterson y
Laura son dos artistas de carácter e intereses bien distintos, esas diferencias
son a la vez el mayor activo de la pareja y también su peor enemigo. Paterson
es un artista de profundidad que se mueve en perpendicular de arriba abajo
sobre su objeto: cada día desciende en vertical hasta la veta madre de su
poética y asciende nuevamente por la misma vía; por el contrario, Laura es una
artista transversal y de superficie, sin una poética evidente o manifiesta pero
capaz de tocar un amplio abanico de técnicas y de transitar con cierta
frivolidad de una a otra: pintura, estampado de telas, decoración, música y
cocina de autor. Por si fuera poco, es también la que parece tener visión de
futuro e intuición acerca de dónde y cómo se han de canalizar las energías y
los resultados para que acaben fructificando; de hecho, es quien insta a
Paterson a poner en limpio sus poemas, copiarlos y difundirlos. En la vida
real, Laura acabaría siendo la agente literaria de Paterson, sin duda alguna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> No obstante el amplio abanico de diferencias que acabamos de
señalar, el escollo más importante que tiene delante el tándem Paterson/Laura,
y que muy probablemente resquebrajará el frágil cimiento en que se asienta la
pareja, es el peliagudo asunto donde confluyen la disponibilidad de tiempo y los
dineros. A este respecto, la pareja presenta una alarmante asimetría: Paterson
trabaja y aporta el dinero indispensable, pero le queda poco tiempo para la
poesía. Laura tiene prácticamente todo el día para sus veleidades artísticas,
pero apenas gana dinero y vive como todo artista quisiera: a expensas de quien
se acerque. La luz del amor y la felicidad sin empalago en que transcurre <i>Paterson</i> es el hermoso brocado que vela
parcialmente la evidente asimetría que, en la vida real,
acabaría por envenenar la relación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Pues claro que el amor puede arraigar, prosperar y hacerse
fuerte entre un poeta inédito que ha de currar y una artista ociosa y pluridisciplinar,
no digo que no. Y más en esa Paterson algo inocente adormilada todavía por las espléndidas
palabras y las imágenes sublimes de William Carlos Williams, su máximo vate
local, que de tanta dulzura como se ha
volcado sobre ella se ha hecho refractaria a la brutalidad de la vida, a reconocer
que la miseria, el asco y la depravación de sus calles también podrían ser
cantados y filmados, a admitir siquiera que el amor caduca o que la poesía
pueda tener un sesgo demoníaco como vocación que “pertenece a la fatalidad”. Solo
digo que esa asimetría, que cumple con el complejo y variopinto papel de
alimento del amor, gracioso contraste entre los miembros de la pareja,
contrapeso que equilibra todo el sistema de pareados y de rimas, y dinamo que
impulsa la película secuencia a secuencia, en la vida real sería una carga de
profundidad que tarde o temprano estallaría y se lo llevaría todo por delante,
amor incluido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Junto al de ignorar el problema latente de su asimetría
esencial, el otro apoyo sobre el que descansa la felicidad de la
pareja es su desdén por el éxito; total y absoluto en el caso de él
y relativo en el de ella, que sí es porosa a esa llamada, tiene oído para la
música del éxito y labia para el estrellato. Esa es también la diferencia de
grado que separa a Paterson y Laura de los casos antes mencionados de las
parejas Plath/Hughes y Smith/Mapplethorpe, que vislumbraron el éxito y
trabajaron teniéndolo en todo momento como señuelo. La Plath menciona en sus <i>Diarios</i> que ella y Hughes solían
interrogar a la güija con la pregunta harto reiterativa de si serían famosos.
Por su lado, Patti Smith detalla en <i>Just
kids</i> que ella y Mapplethorpe querían tanto el éxito, que no solo trabajaban
en su pos sino que estaban convencidos de que podía transmitirse por contacto,
de ahí que se dejaran caer por los garitos que frecuentaban Warhol y compañía,
a la espera de que el maestro les arrojara algunas migajas o ya directamente
los ungiese y salieran disparados hacia el estrellato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ajenos todavía a la avidez de fama, sin mayor preocupación aún
por “la ansiedad de las influencias”, sin contactos que valgan y libres de
momento del pesado fardo que puede hacer de la práctica del arte una actividad cainita
y agotadora, la pareja protagonista de esta hermosa <i>Paterson</i> son dos artistas sorprendidos por la cámara de Jarmush en
el instante preciso en el que todo germina de súbito en el tiesto del amor, y
los brotes tiernos de su obra rompen y se elevan.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Viven en Paterson y son artistas de este mundo, pero parecen
de otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-45234103696240774742016-11-13T03:12:00.000-08:002016-12-28T00:56:31.578-08:00BROODTHAERS Y DURERO. LA TORTUGA Y LA LIEBRE<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-4CGe3usWnLE/WCdbu4YQ2zI/AAAAAAAABgU/5JLZxwQsty882CBkjZsl4cTzTfL4mMs4wCLcB/s1600/Broodthaers-Pense-Be%25CC%2582te.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="276" src="https://4.bp.blogspot.com/-4CGe3usWnLE/WCdbu4YQ2zI/AAAAAAAABgU/5JLZxwQsty882CBkjZsl4cTzTfL4mMs4wCLcB/s400/Broodthaers-Pense-Be%25CC%2582te.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Pense-Bête</i>, de 1964, obra fundacional y pistoletazo de salida</span><br />
<span style="font-size: small;">de la meteórica carrera de Marcel Broodthaers.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En un artículo de hace apenas unas semanas en que comenta la retrospectiva
que el Reina Sofía dedica a Marcel Broodthaers, Antonio Muñoz Molina se refiere
al extraordinario monto de obra que el artista belga produjo en apenas diez
años de actividad y dice que “…trabajó con una fecundidad que asombra”. La verdad
es que me choca que cause asombro la ingente producción de un artista como
Broodthaers, cuyos intereses, materiales, estrategias, recursos y
procedimientos son los adecuados para producir de lo lindo, a poco que se pise el
acelerador. Que la producción de Broodthaers
en tan solo una década pueda por sí sola ocupar todo un museo no me parece a mí
que sea motivo de asombro, sino algo por completo consecuente si tenemos en cuenta
las características formales y procesuales de su obra. Entiendo que en su caso,
como el de muchos otros, lo verdaderamente asombroso hubiese sido que dejara
poca obra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> No es de extrañar que Vermeer produjera una treintena de obras en toda su carrera y Broodthaers, en apenas unos años, tropecientas. Y no lo es porque así como los maestros antiguos, por razones obvias derivadas
de la lentitud de los procedimientos y la velocidad de la época, dejaron poca
obra, los modernos, por razones también obvias pero inversas, suelen pecar de
lo contrario. A este respecto, es siempre obligado mencionar la figura de
Picasso, paradigma del artista rápido y lo suficientemente prolífico como para
llenar él solo varios museos. En su momento, Christian Cervos se tomó el ingente
trabajo de catalogar su producción oficial, que ocupa treinta y tantos densos
tomos y recoge unas 17.000 obras, cifra ya de por sí desmesurada pero que,
según otros, es a todas luces timorata y se queda muy por debajo de su
producción real. La circunstancia de que el barbero, el limpiabotas, el
dentista y demás profesionales que lo trataron dispongan de su propia colección
a partir de los originales que les improvisó el maestro, contribuye de manera
bastante elocuente a esclarecer lo poco que le costaba a Picasso producir un
picasso. Si bien se quedan por debajo de la mítica fecundidad del malagueño, también
Miró, Warhol, Saura, Rauschenberg, Tàpies, por citar solo unos cuantos entre
muchísimos, han producido una ingente cantidad de obra cada uno de ellos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> En el extremo opuesto cabe situar a Marcel Duchamp, factótum
crucial y artista de referencia ineludible que, curiosamente, produjo poco. Sus
largos períodos de silencio y aparente inactividad son tan elocuentes como el
resto de su obra, si no más, como deja entrever el memorable comentario de
Joseph Beuys al respecto: “El silencio de Duchamp está sobrevalorado”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Los materiales rápidos, la sencillez extrema de los procedimientos,
la velocidad intrínseca de nuestra época y los apremios del mercado han favorecido, entre otros factores, la proliferación de artistas
extremadamente productivos que no saben lo que es tascar el freno y contenerse.
No sé si el silencio de Duchamp está o no sobrevalorado; lo que es evidente es
que si bien su figura y su magisterio han precipitado toda una sucesión de "ismos" y
una larga serie de epígonos, su legendaria contención y su silencio
ejemplar no cunden como quizá sería deseable en un panorama saturado de museos,
galerías, hangares, trasteros y almonedas llenos a rebosar de arte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Aunque son fenómenos que no siempre se disponen en relación
causa/efecto, el grado de complejidad de los procedimientos y el primor en el
acabado influyen en la velocidad de ejecución de un artista y, por tanto, aunque
sea de manera tangencial y no directamente determinante, en la cantidad de obra
que puede realizar. Y lo digo con todas las reservas y salvedades que son de
rigor, porque, como digo, no son factores que vayan siempre necesariamente relacionados.
Los procedimientos escultóricos de Miguel Ángel, por mencionar una excepción,
son complejísimos, además de laboriosos y lentos por obligación, lo que no fue
obstáculo para que realizase un buen número de tallas memorables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Por lo espontaneo de su factura, y a tenor de la fecha que
aparece anotada en un buen número de cuadros de madurez de Picasso, se puede
inferir que el maestro trabajó en cada una de esas obras un día a lo sumo, puede que tan solo
unas horas. No parece mucho. Otra cosa es que llegara a esa gracia y despeje en
la ejecución tras toda una vida con los pinceles en la mano. Esa hazaña no
tiene parangón y nadie se la puede discutir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En su obra <i>Jesús entre
los doctores</i> también Alberto Durero anotó el tiempo que le había costado realizarla: cinco días (literalmente <i>Opus
quinque dierum</i>, “hecho en cinco días”, según indica la nota que
emerge de entre las páginas del libro que hay en primer plano a la izquierda).
Aunque la ejecución fuese inusualmente rápida para complejidad de la obra y lo
que era habitual en la época, lo cierto es que el Durero más veloz tardó cinco
veces más que Picasso en producir una obra de dimensiones parejas (un bastidor del tipo 20-25 figura, unos 80 x 60 cm.). Ahí es nada. Y eso que únicamente se limitó a cronometrar el tiempo efectivo de ejecución de la tela y omitió el que destinara a los
dibujos preparatorios sobre papel, que por su abundancia y esmero a buen seguro ocuparon
al maestro unos cuantos días más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Aunque utilizara tortugas vivas en algunas de sus obras ―o
precisamente por eso―, Broodthaers fue un artista eminentemente rápido; por el
contrario, Durero, una de cuyas acuarelas más finas representa una liebre, era
meticuloso y necesariamente lento. El arte demuestra, una vez más, que la
fábula de Esopo es cierta: la tortuga de Broodthaers es bastante más veloz que la liebre de Durero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-QnqxoGcfg_o/WCg-5wgg4-I/AAAAAAAABg0/CR__RJ6hMzw6yqmy8SvylzlPT191Y5szgCLcB/s1600/picasso.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="307" src="https://2.bp.blogspot.com/-QnqxoGcfg_o/WCg-5wgg4-I/AAAAAAAABg0/CR__RJ6hMzw6yqmy8SvylzlPT191Y5szgCLcB/s400/picasso.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Obra de Pablo Picasso realizada en un solo día, el 27 de marzo de 1938.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-IHuwxKbVc1M/WCg_HQlTD9I/AAAAAAAABg8/isFGcyc2efwYWjPDZMYjXT_aedrbapvrgCLcB/s1600/Durero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="322" src="https://2.bp.blogspot.com/-IHuwxKbVc1M/WCg_HQlTD9I/AAAAAAAABg8/isFGcyc2efwYWjPDZMYjXT_aedrbapvrgCLcB/s400/Durero.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Jesús entre los doctores</i>, (1506), obra de Alberto Durero realizada en cinco días.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-N7S7bt5VlMA/WCg_DaaLQyI/AAAAAAAABg4/y4Z7d1UguI0eteOTpq-67_Oxh1LrtrB5ACEw/s1600/Durero%2BJ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-N7S7bt5VlMA/WCg_DaaLQyI/AAAAAAAABg4/y4Z7d1UguI0eteOTpq-67_Oxh1LrtrB5ACEw/s400/Durero%2BJ.jpg" width="301" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Alberto Durero, boceto para la cabeza de Jesús.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-s7Ox8_gfs4Y/WCg_sC60oKI/AAAAAAAABhA/n208DzK-_JED92FkFfyzOItzL95j4lPlACLcB/s1600/Durero%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-s7Ox8_gfs4Y/WCg_sC60oKI/AAAAAAAABhA/n208DzK-_JED92FkFfyzOItzL95j4lPlACLcB/s400/Durero%2B1.jpg" width="295" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Alberto Durero, estudio de manos para <i>Jesús entre los doctores</i>.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-413gWBFhKYs/WCg_vAEtqzI/AAAAAAAABhE/H9WQZnElWREwzkWdyvWHwvuf7Lp0anqawCLcB/s1600/Durero%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-413gWBFhKYs/WCg_vAEtqzI/AAAAAAAABhE/H9WQZnElWREwzkWdyvWHwvuf7Lp0anqawCLcB/s400/Durero%2B2.jpg" width="356" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Alberto Durero, estudio de manos para <i>Jesús entre los doctores</i>.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;">†<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-19476098807772116682016-10-22T05:23:00.001-07:002016-11-14T13:30:33.981-08:00PERRERÍAS A LOS LIBROS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-cLsXh0-Mz2g/WAtDnii0VMI/AAAAAAAABe4/bVmLK56BMNQU5mNS3oASTd3Wdg2FT_DQACLcB/s1600/Barton%2BLidicer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="286" src="https://3.bp.blogspot.com/-cLsXh0-Mz2g/WAtDnii0VMI/AAAAAAAABe4/bVmLK56BMNQU5mNS3oASTd3Wdg2FT_DQACLcB/s400/Barton%2BLidicer.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Barton Lidice, <i>Censored book</i>, 1974. Claro ejemplo de lo que es<br />hacerle perrerías a un libro.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Es ya un tópico que algunos críticos y comentaristas de arte
actual nos vengan advirtiendo de que la genialidad y la tontería pueden ser muy
parecidas o incluso prácticamente idénticas, y que no es nada fácil distinguir
―ni siquiera para los del gremio― la joyería de ley de la alta bisutería. Si
bien el arte de hoy es terreno abonado para ese tipo de malentendidos, lo
cierto es que en otras épocas y culturas mucho menos permisivas que la actual,
asentadas en la garantía de la tradición y dotadas de criterios de validación
muy rigurosos, tampoco era sencillo distinguir lo primoroso exquisito de entre
lo también primoroso pero ligeramente inferior. La capacidad para reconocer esa
sutilísima gradación a la baja era prenda de conocedores, iniciados y demás minorías
de gusto y perspicacia exquisitamente trabajados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> A ese respecto, me viene a la memoria uno de los fragmentos de
<i>Wen fu</i>, famoso decálogo de Lu Ji
sobre composición literaria que Luis Racionero incluyó en su <i>Textos de estética taoísta</i>. En el sexto
apartado del mencionado decálogo Lu Ji se refiere expresamente al hiato apenas
perceptible que hace de corte entre lo pasable y lo que ya no cuenta: “…los méritos
literarios se miden por granos y escrúpulos; los elegidos y los desechados solo
están separados por el grosor de un cabello”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Cuando es la propia obra lo que se dirime y está en el punto
de mira, también el artista suele tener los sensores muy finos al escrutinio
que se le hace, a cómo se le sopesan las minucias y los acentos, y a cómo de
fino se hila con lo suyo. No en vano suele ser a veces la lectura apresurada y
parcial de esos detalles ínfimos, cuando no su omisión, el factor decisivo para
atribuirle ascendencias putativas de toda índole y parentescos algo peregrinos.
<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Como ilustración cabal de lo que digo, traigo a este humilde
blog noticia de la anécdota en que me vi envuelto una noche del pasado mes de junio
durante la cena de azotea a la que acudí invitado. Al cabo de los platos, el
vino, los postres y el cava llegaron los licores. Fue entonces cuando la
conversación, que había sobrevolado sin mayor concreción por encima de una
serie de generalidades de naturaleza diversa incluido el arte, derivó hacia esa
parte de la escena plástica que utiliza el libro como soporte básico para pintar,
esculpir, construir, <i>collagear</i> y efectuar
todo tipo de manipulaciones, combinatorias y experimentos. A lo largo de la
conversación mencionamos y sacamos a la palestra algunas de las figuras más
conocidas y difundidas de esa corriente: Rush-Lee, Barer, Blackwell, The, Laramée,
Korzer-Robinson, Lidicer y <i>tutti quanti </i> han conseguido
cierta notoriedad por esa vía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Departíamos sin mayores sobresaltos respecto a si el trabajo
de Rush Lee no será más efectista que otra cosa, o si la obra de Laramée es el
perfecto epítome de lo pintoresco dentro del “cut book art”, cuando, de súbito,
al exclamar yo —en tono más cachondo que reprobatorio, todo sea dicho— que la
actitud básica de esa escuela es hacer perrerías a los libros, la conversación
tomó un cariz algo polémico, ya que de inmediato se me replicó que los
ejemplares tuneados de nuestra colección La Estampa Indeleble también son
libros sometidos a manipulación y perrerías diversas, y que denostar en otros
lo que uno mismo practica es hipocresía y doblez intolerables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Cuando es de la propia obra de lo que se opina, como decía
más atrás, el interesado ―yo mismo, en este caso― suele tener los sensores auditivos
muy finos a todo tipo de minucias y matices semánticos. Que alguien afirme que
nuestra colección La Estampa Indeleble se alinea del lado de las poéticas que
alteran de manera irreparable y definitiva la condición del libro, no es que
omita insignificancias, sino que se salta a la torera importantes matices de metodología
y concepto que decantan nuestro trabajo en una dirección bien distinta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Lo lamentable para mí de ese capítulo es que, cuando me
disponía a tomar la palabra y abrir mi turno de réplica, llegaron invitados
rezagados, ajenos al debate y con ganas de gresca. Sacaron una nueva remesa de
cava, nos adentramos en una suerte de recena tardía y la conversación quedó
aparcada. Aunque dista mucho de ser un turno de réplica en condiciones, este
blog me permite retomar el hilo de la conversación y avivar de nuevo la
polémica. Ahí va.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-8nIBa8sntJo/WAtHelynV5I/AAAAAAAABfE/qA-Uo-ufahMhzNMhZS7BYDuiaSl0u0ybgCLcB/s1600/alexander%2BKorzen-Robinson.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-8nIBa8sntJo/WAtHelynV5I/AAAAAAAABfE/qA-Uo-ufahMhzNMhZS7BYDuiaSl0u0ybgCLcB/s400/alexander%2BKorzen-Robinson.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Libros recortados de Alexander Korzer-Robinson. Ejemplos<br />de lo que es la perrería selectiva con final estético.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-opNiGEelIO0/WAtHzPUK7RI/AAAAAAAABfI/qBV8ybCoLjwCjsPs-Vi6JCei401RDwpSQCLcB/s1600/sculture-libri-jacqueline-rush-lee-17.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="270" src="https://3.bp.blogspot.com/-opNiGEelIO0/WAtHzPUK7RI/AAAAAAAABfI/qBV8ybCoLjwCjsPs-Vi6JCei401RDwpSQCLcB/s400/sculture-libri-jacqueline-rush-lee-17.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Obra de Jacqueline Rush Lee. Claro ejemplo de perrería sumarísima<br />por inmersión en agua.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En los meses que han pasado desde la noche de autos he tenido
tiempo de reflexionar acerca de la expresión “hacer perrerías a los libros”, locución
en la que me reafirmo, ya que en absoluto se me antoja exagerada sino todo lo
contrario: entiendo que resume con fidelidad, economía y cierto sentido del
humor el enorme abanico de procedimientos y técnicas, prácticamente todas ellas
invasivas, destructivas, mutiladoras y vejatorias, que los artistas a que nos
referíamos aplican sobre el indefenso libro. Solo hay que echar un vistazo a
las imágenes adjuntas para ver que mi observación es rigurosamente cierta. No
censuro esos procedimientos, pero me abstengo de aplicarlos, por pudor. La
Estampa Indeleble es un ejemplo palmario de respeto y consideración, y tiene
poco en común con las poéticas de laceración e intervención lesiva sobre el
libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Las diferencias que hay entre esos procedimientos traumáticos
y los que nosotros aplicamos en La Estampa Indeleble están a la vista y no son
meros matices ―o “granos y escrúpulos”, por decirlo nuevamente con Liu Jo―,
sino importantes discrepancias de método
que tiene su origen en profundas y muy disímiles maneras de entender la
naturaleza y la identidad del libro como objeto peculiar. Tal y como hemos
expuesto en distintas argumentaciones, textos, ponencias y demás estrategias de
difusión de nuestro ideario, en De La Pulcra Ceniza entendemos que el libro no
es un objeto inerte, sino una entidad que posee vida vegetativa y es a la vez
forma viva y unidad de sentido. La verdadera naturaleza del lenguaje es la de
fluido verbal; su codificación alfabética y posterior amarre al papel por medio
de la imprenta son formas aberrantes de sometimiento y fijación de lo que no es
más que fluido. El libro es una unidad de sentido indisoluble entre lenguaje
cautivo y forma impresa. Toda mutilación o alteración por sustracción le
acarrea el cese de la función vegetativa y supone su descenso a la condición de
objeto inerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Esa curiosa concepción del libro como ejemplo de vida cabal,
plena de sentido e idealmente indisoluble está en la base del ideario de De La
Pulcra Ceniza y alumbró en su momento la puesta en marcha de la Biblioteca
fósil, la colección distintiva y más radical del proyecto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Lo que predicamos con La Estampa Indeleble nada tiene que ver
con las poéticas que abusan de la flagelación del libro, sino más bien lo
contrario: pontificamos a favor del respeto por el insoslayable legado de las
Artes Gráficas tradicionales, cuya exigente deontología hace tiempo que se dejó
de lado en el ámbito de la edición actual de gran tiraje. Y lo llevamos a cabo
rescatando libros de hechura noble de los sumideros de las librerías de lance y
demás establecimientos donde se los almacena al descuido como paso previo al
suplicio final, que no es otro que la vuelta al molino de papel y su
reconversión en pulpa. Son libros que
nadie quiere pero que están muy bien hechos. Aún es bien visible en ellos el
amor al detalle, el primor en la ejecución, el desvelo por la calidad y la
belleza, y todo el código ético y estético de las Artes Gráficas tradicionales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Para que ese libro que nadie quiere suscite nuevamente el
interés y pueda continuar en el circuito, es imprescindible dotarlo de una nueva
identidad que lo haga atractivo. La operación que a tal efecto le hacemos es
limpia, mínimamente invasiva y siempre respetuosa con la integridad del texto:
lo abrimos, le extraemos la página de cortesía u otra que no haya sido impresa,
la imprimimos con la nueva identidad, la ubicamos como portadilla y procedemos a cerrar nuevamente el
volumen. Y punto. Ese es todo el daño que le infligimos al libro: cambiarle de
sitio una página que no estaba impresa. Y a continuación lo aseamos, lo
presentamos en una caja de metacrilato sobre fondo de terciopelo rojo y lo
acreditamos sin omitir nada, indicando a las claras que bajo la afamada,
rarísima y mundana fachada de <i>Smells like
ten spirit</i> de Kurt Cobain, por poner un ejemplo, hay un oscuro, olvidado,
humilde y bellísimo <i>Vidas de niños santos</i>
de José Castells, publicado en 1906 por La Hormiga de Oro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-gUAouhzI8ek/WAtOSzjb7nI/AAAAAAAABfc/gq0hkKGmXl8M_lsXcIHimPHXC8XRU6K2gCLcB/s1600/Kurt%2BCobain.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://2.bp.blogspot.com/-gUAouhzI8ek/WAtOSzjb7nI/AAAAAAAABfc/gq0hkKGmXl8M_lsXcIHimPHXC8XRU6K2gCLcB/s400/Kurt%2BCobain.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Libro manipulado de La Estampa Indeleble. Ejemplo de perrería<br />contenida y ejercida con extremo pudor.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Tal y como alguien observó muy certeramente la noche de
autos, eso también es tunear y alterar libros. No obstante lo que nos une,
entiendo que hay importantes diferencias de concepto y de método entre la
escrupulosa intervención de La Estampa Indeleble y el hacer perrerías a los
libros que se practica por ahí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-70xbIKS49Oo/WAtUNQQZI3I/AAAAAAAABfs/4KPiER5mxGcLJGrMh0vzBKuKxrMiDLeKACLcB/s1600/landscape-book-art-guy-laramee-6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="267" src="https://4.bp.blogspot.com/-70xbIKS49Oo/WAtUNQQZI3I/AAAAAAAABfs/4KPiER5mxGcLJGrMh0vzBKuKxrMiDLeKACLcB/s400/landscape-book-art-guy-laramee-6.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Libros esculpidos de Guy Laramée. Hermoso ejemplo de perrería<br />ejercida con un alto sentido de lo pintoresco.</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-fPyk1gEz9bA/WAtVzZv408I/AAAAAAAABf4/vunexrZmTZQCDWV2wL_tnbWrrv0qLCG7wCEw/s1600/the-art-crisis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="290" src="https://1.bp.blogspot.com/-fPyk1gEz9bA/WAtVzZv408I/AAAAAAAABf4/vunexrZmTZQCDWV2wL_tnbWrrv0qLCG7wCEw/s400/the-art-crisis.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Libro recortado de Robert The. Notable ejemplo de perrería simple.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: "angsanaupc" , serif; font-size: 24pt; line-height: 115%;">†</span><br />
<span style="font-family: "angsanaupc" , serif; font-size: 24pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-28431653749101033632016-09-19T14:51:00.000-07:002016-09-20T14:02:51.900-07:00HMS TERROR, FIN DE LA PESQUISA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-nvJa2dOMQC8/V-BQvFybPNI/AAAAAAAABeU/yVjuuVW8Z84jFXuwdU-4HuxePENuT8jcQCLcB/s1600/f2d24e4323bcde7d381fe60dc0e09831.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-nvJa2dOMQC8/V-BQvFybPNI/AAAAAAAABeU/yVjuuVW8Z84jFXuwdU-4HuxePENuT8jcQCLcB/s400/f2d24e4323bcde7d381fe60dc0e09831.jpg" width="258" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Pasquín difundido por el Almirantazgo. Londres, 1850.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Si bien es verdad que con algo de retraso,
traemos a este humilde blog una noticia que la prensa internacional divulgó el
pasado día 12 del mes en curso y la nacional un día después: el hallazgo de la
mítica HMS<i> Terror</i>, nave que formaba
con la HMS<i> Erebus</i> el contingente de
la legendaria y malograda expedición inglesa comandada por sir John Franklin
que se desvaneció en pleno Ártico en 1848.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Al parecer, el hallazgo se produjo el sábado día
3 en las aguas de un remoto enclave cuyo topónimo rinde homenaje precisamente a
ese navío, Bahía Terror, y lo destapó un pequeño destacamento de la Arctic
Research Foundation desde el <i>Martin Bergmann</i>, uno de sus barcos de rastreo.
Según comunicó Adrian Schimnowsky, director de operaciones de la mencionada
fundación, el pecio, que se localizó aproximadamente en el centro de la bahía y
a una profundidad de veinticuatro metros, no solo está en buen estado sino que
incluso puede hablarse de condiciones óptimas o “in pristine condition”, según
sus palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> La semana larga que ha mediado desde el día del
hallazgo hasta el de su comunicación oficial la tripulación del <i>Martin Bergmann</i> ha hecho las comprobaciones
de rigor que confirman sin margen de error la identidad del pecio. Además de
cotejar las imágenes del sonar con los planos de fabricación de la nave han
introducido en su interior un submarino ROV provisto de cámara. Uno de los
detalles inconfundibles del barco, cuyo tubo de escape se ha identificado entre
los restos, es el motor de propulsión de 25 caballos de vapor que lleva
instalado en la bodega. Al cabo de todo ese minucioso cotejo y comprobación
que, como digo, les ha llevado una semana no había ya duda ninguna: el pecio
corresponde a una nave de sobra conocida, Her Majesty’s Ship <i>Terror</i>, reliquia ártica capital por
derecho propio y uno de los dos objetos más buscados del último siglo y medio.
El otro, el HMS <i>Erebus</i>, fue localizado hace justamente dos años, el 2 de
septiembre de 2014 en la Bahía Crampton, algo más al sur y no muy lejos de
donde ha aparecido el <i>Terror. </i>Las dos
naves se han localizado unos cien kilómetros al sur de la posición donde fueron
abandonadas el 22 de abril de 1848.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> La pista que ha llevado hasta el
paradero del HMS <i>Terror</i> la ha facilitado Simmy Kogvik, el inuit que, como el que
no quiere la cosa y por hablar de algo, comentó a Schimnowsky que hace seis o
siete años vio sobresalir del centro de las aguas heladas de la Bahía Terror lo
que bien podría ser el extremo de un mástil; el fenómeno le resultó tan curioso
que hasta le hizo unas fotos que extravió con la cámara. No llegó a ver las
imágenes y tampoco hizo comentario alguno del avistamiento. Por si acaso,
Schimnowsky, que se dirigía con el <i>Martin Bergmann</i> hacia el Estrecho Victoria,
decidió entrar en la Bahía Terror ya que le venía de paso. Según él mismo ha
referido, a poco más de dos horas de iniciar la búsqueda dieron con el pecio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> El <i>Erebus</i> se localizó a tan
solo once metros de profundidad, y ha sido un avistamiento de superficie lo que ha delatado al Terror; todo concuerda y parece ratificar la veracidad de
uno de los detalles de la información oral que en su momento facilitaron
nómadas inuit: que la arboladura de las naves naufragadas sobresalía del hielo.
No obstante, gran parte de los individuos entrevistados no habían sido testigos
directos del desastre, hablaban de oídas y no supieron dar información siquiera
aproximada. Por si fuera poco, lo dificultoso de de la traducción, lo
contradictorio de las respuestas, su vaguedad
y escaso rigor geográfico provocaron que de esa vía de investigación no
se sacara nada en claro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><br />
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-d4O2HLGBnH0/V-BRGyr5QhI/AAAAAAAABeY/QEvKfmRZyZ4w_WVLDWPutWIaR_uRaadmQCLcB/s1600/f14e21b82f9f7b9215f4eed4f21091d5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-d4O2HLGBnH0/V-BRGyr5QhI/AAAAAAAABeY/QEvKfmRZyZ4w_WVLDWPutWIaR_uRaadmQCLcB/s400/f14e21b82f9f7b9215f4eed4f21091d5.jpg" width="251" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Nota de Victory Point</i>, documento que deja constancia del abandono del <i>Erebus </i><br />y el <i>Terror</i> el 22 de abril de 1848. National Maritime Museum, Greenwich.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Que el HMS <i>Terror</i> se botara en 1813 y participara en bombardeos contra posiciones costeras en la guerra contra
Estados Unidos, se empleara en misiones de exploración ártica y antártica, y fuese un baqueteado y sufrido navío que tuvo de ser amputado y
recosido varias veces no deja de ser interesante y hasta da para llenar una más
que meritoria hoja de servicio, pero no para ser el mito marítimo en que
acabaría convertido. Para eso hace falta una buena dosis de épica. Y de eso fue
de lo que, contra todo pronóstico, hubo de sobra en la que sería su última singladura,
cuyos preparativos comenzaron a finales de 1844 cuando fue izado a secano para
colocarle una cizalla en la proa y el motor de una locomotora de vapor en la
sentina. Luego fue devuelto al gua y pertrechado de carbón y víveres para su
viaje definitivo, que sería calamitoso, dramático, hermosamente épico y va
orlado con un larguísimo y enigmático epílogo que suma ciento sesenta y ocho
años en paradero desconocido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Los hitos de ese último periplo son de sobra conocidos. ".<i>..El lunes 19 de mayo de 1845 las naves de Su Majestad </i>Erebus<i> y </i>Terror<i>
dejaron las atarazanas del muelle de Greenhithe. Para bajar por el Támesis la
</i>Erebus<i> fue remolcada por el </i>Rattler<i>, un pequeño vapor de rueda; y la </i>Terror<i> por
otro aún más pequeño, el </i>Blazer<i>. Los remolcadores las dejaron en la boca del
río y durante un rato se mecieron en el agua mixta. La navegación propiamente
dicha comenzó al dejar atrás el malecón de la isla de Rona. El mar veraz
comienza ahí.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><i> Mencionar las etapas iniciales del viaje es
nombrar un fetiche o un hito: es invocar. Han sido y serán referidas con la
reiteración morbosa con que se rememoran hechos banales que han precedido al
horror. No obstante la asidua remembranza de que es objeto, la consabida
secuencia ni harta ni se devalúa en simple cadena de anécdotas; la solemnidad
que le otorga el ser una confiada secuencia de actos penúltimos lo evita. El
número de escalas fue breve y progresivamente frío: islas Orkney, islas
Whalefish, estrecho de Lancaster. De no ser porque contactaron con la
expedición, el nombre de algunos barcos sería inencontrable fuera del registro
del muelle de desguace: la nave de suministros </i>Barretto Junior<i>, que los proveyó
de carne fresca y carbón, y que el 12 de julio de 1845 dejó a la expedición en
las islas Whalefish para regresar a Inglaterra con la correspondencia y cuatro
o cinco marineros que no continuarían; y las balleneras </i>Prince of Wales<i> y
</i>Enterprise<i>, que contactaron con la expedición el 26 de julio de 1845 a la
entrada del estrecho de Lancaster, y cuyas tripulaciones privilegiadas tuvieron
en sus pupilas el fotograma que a ojos del mundo ponía punto final a la mayor
expedición ártica: el </i>Erebus <i>y el Terror internándose en la entrada del Paso
del Noroeste. Nadie les volvió a ver con vida".</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Con el Ártico mermando por momentos y el Paso del
Noroeste rendido y accesible durante todo el año, ha sido ahora cuando la gran
pesquisa puesta en marcha para dar con el paradero de sir John Franklin, su
tripulación y sus navíos se ha cobrado por fin los ases que faltaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Ha tardado ciento sesenta y ocho años en soltar
la segunda de sus dos mayores reliquias, pero finalmente el Ártico ha cedido; en 2014 el pecio del HMS <i>Erebus</i>, y hace apenas unos días el de la nave de Su
Majestad <i>Terror</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
El texto en
cursiva es un fragmentos de <i>Erebo & Terror</i>,
Libros De La Micronesia nº 6, De La Pulcra Ceniza, Barcelona, 2003.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/--HWQh4aQoTA/V-BR4N_ZGsI/AAAAAAAABek/mUV4a3uTRMwTvZ9XEAhQHZW-d-W66v3EACLcB/s1600/62.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://3.bp.blogspot.com/--HWQh4aQoTA/V-BR4N_ZGsI/AAAAAAAABek/mUV4a3uTRMwTvZ9XEAhQHZW-d-W66v3EACLcB/s400/62.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Erebo & Terror</i>, Libros De La Micronesia nº 6<br /> De La Pulcra Ceniza, Barcelona, 2003</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Mc8DQu-FGOM/V-BR2gb07hI/AAAAAAAABeg/MGRrP9BWyFoIcdt85l8CTXUxtfKOY6tCgCLcB/s1600/64.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-Mc8DQu-FGOM/V-BR2gb07hI/AAAAAAAABeg/MGRrP9BWyFoIcdt85l8CTXUxtfKOY6tCgCLcB/s400/64.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i style="font-size: medium;">Erebo & Terror</i><span style="font-size: small;">, Libros De La Micronesia nº 6</span><br />
<span style="font-size: small;"> De La Pulcra Ceniza, Barcelona, 2003</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HsAMnZjIUu4/V-BSEaXcaAI/AAAAAAAABeo/czmiGvVXGxwrFSLkPtrgvd9J6YPORtV5QCLcB/s1600/66.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://1.bp.blogspot.com/-HsAMnZjIUu4/V-BSEaXcaAI/AAAAAAAABeo/czmiGvVXGxwrFSLkPtrgvd9J6YPORtV5QCLcB/s400/66.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i style="font-size: medium;">Erebo & Terror</i><span style="font-size: small;">, Libros De La Micronesia nº 6</span><br />
<span style="font-size: small;"> De La Pulcra Ceniza, Barcelona, 2003</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-61902801075747194532016-09-11T10:19:00.000-07:002016-09-11T22:24:17.696-07:00EL DESHIELO DE LA ORTIGA<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-W79FH4hKbeI/V9WO_2ZUMcI/AAAAAAAABds/4w8gqih3RD0P1EDkppIQmIORFULr45BhQCLcB/s1600/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B2-9.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="342" src="https://4.bp.blogspot.com/-W79FH4hKbeI/V9WO_2ZUMcI/AAAAAAAABds/4w8gqih3RD0P1EDkppIQmIORFULr45BhQCLcB/s400/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B2-9.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Ilustración para <i>El archipiélago sideral,</i> </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">© 1993, Ballester/Muñoz.</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">A raíz de la reciente publicación de la reedición del tercer número de
Libros De La Micronesia, nuestra última edición, a vuelta de vacaciones me he
encontrado algunos correos de suscriptores, clientes ocasionales y
simpatizantes de este humilde sello editorial sorprendidos y molestos la mayoría de ellos
―e incluso alguno indignado― por los comentarios y las opiniones que Carlos
Ballester sostiene en su texto <i>En equilibrio
inestable</i>, larga andanada verbal con que ha colaborado en la publicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> De manera clamorosa y unánime, todo ese colectivo
de gente afín coincide en señalar la sorpresa que les ha deparado encontrar un
largo alegato contra Libros De La Micronesia en una cuidada edición que celebra y
festeja su publicación más entrañable y que edita De La Pulcra Ceniza, la parte
agraviada, por así decirlo. </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">También está, a qué negarlo, el correo disidente.
Uno solo pero especialmente intenso y que también cuenta. En él no solo se toma
partido por Carlos Ballester sino que se ovaciona su atrevimiento y se jalea
alguna de sus observaciones más chuscas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Como responder a todos y cada uno de esos correos
es un trabajo que sobrepasa con creces mi disponibilidad de tiempo, aprovecho
este canal para contestar a todo el colectivo de una sola vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">En su momento, cursamos invitación a Carlos
Ballester para que colaborase precisamente porque, conociendo su talante
insobornable y algo arisco, sabíamos que iba a ser una voz disidente. En ese
sentido no hubo sorpresa; sí la hubo en lo que respecta al calado y la extensión de su texto, que no se atiene a
comentar escuetamente la edición original del tercer número de Libros De La
Micronesia, como le pedíamos, sino que desborda esa acotación y hace toda una
disección pormenorizada de la evolución de la colección, un lacónico resumen de
sus propias andanzas como editor y una crónica fugaz de los vaivenes de nuestra
amistad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Todo es opinión, y podemos o no coincidir con la
suya y estar poco o nada de acuerdo con sus observaciones al respecto, pero de
lo que no hay duda alguna es que aunque sea de manera especialmente corrosiva y
con opiniones y expresiones faltas de la ponderación debida en muchos casos, <i>En equilibrio inestable</i> es la
radiografía más perspicaz y completa que hasta el momento se ha hecho de Libros
De La Micronesia; y es especialmente valiosa por venir de quien además de
insobornable ha sido editor exquisito, austero, esquivo, raro, marginal por
vocación y olvidado entre los olvidados. Por crítica que sea, la opinión de
alguien con esas credenciales no se puede ignorar a la ligera. Y menos todavía
coartar, censurar, exigir o siquiera sugerir que modifique o modere su
expresión. De ninguna manera podíamos caer esa actitud, por mucho que el texto
"roce en ocasiones el insulto", como dice en su correo uno de
nuestros suscriptores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Creo que hicimos lo que cabía, y además
convencidos: acusar amablemente recibo del archivo que contenía el texto,
responder a Carlos la verdad: que nos parecía "beligerante, polémico y
superlativo", darle las gracias por todo y a continuación volcar el texto
y comenzar a maquetar como si nada. Si no recuerdo mal, mantuvo su discurso
original de cabo a rabo y nos devolvió las galeradas sin rectificación ninguna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La consecuencia verdaderamente curiosa, chocante
y por completo insospechada de esa colaboración, que ha sorprendido a propios y
extraños ―a mí el primero―, y que sin duda sorprenderá también al colectivo de indignados
al que me dirijo, ha sido el acercamiento inicial y el lento pero firme restablecimiento de nuestra
amistad al cabo de casi dos décadas de haberla derogado de mutuo acuerdo y a
cara de perro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> El deshielo entre ambos es ya un hecho que ha
comenzado a dar sus frutos. Lo cierto es que lo hemos retomado en el punto
exacto en que lo dejamos; de manera que <i>El
archipiélago sideral</i>, proyecto en el que De La Pulcra Ceniza lleva embarcada
ya unos años y que, si no hay contratiempos, publicaríamos en 2018, contendrá
dos versiones: la original, parcial e inacabada, que aparecerá tal cual se dejó
en su momento, llevará pie editorial de Ortiga Editora y firmaremos Carlos y
yo; y la nueva, que llevará pie editorial de De La Pulcra Ceniza.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Aparte de celebrar “el deshielo de la ortiga” y
de acabar de ponernos al día acerca de esto y lo otro, lo poco que de provecho hemos
hecho Carlos y yo este verano ha sido contemplar largamente los pecios de la
primera versión del <i>Archipiélago</i> y,
entre cervezas y audiciones de viejos elepés de Steely Dan y The Durutti Column,
cerrar un acuerdo arriesgado pero necesario: publicar <i>El archipiélago sideral</i> tal como lo abandonamos en su día, hermoso
y sin aliño ninguno; crudo y auténtico, como todo era entonces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-Q9J5qszVqSU/V9WQnw9cNtI/AAAAAAAABeA/f66VlOfPbfQUzrrc4nS7jetiCSm6DQ3CwCLcB/s1600/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B1-3.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-Q9J5qszVqSU/V9WQnw9cNtI/AAAAAAAABeA/f66VlOfPbfQUzrrc4nS7jetiCSm6DQ3CwCLcB/s400/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B1-3.JPG" width="310" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Ilustración para <i>El archipiélago sideral,</i> </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">© 1993, Ballester/Muñoz.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-Bs8iffleaWs/V9WQtHBgfmI/AAAAAAAABeE/zn7ts3CfRNM670PawX728XbKan96EWnwQCLcB/s1600/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B2-2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="343" src="https://4.bp.blogspot.com/-Bs8iffleaWs/V9WQtHBgfmI/AAAAAAAABeE/zn7ts3CfRNM670PawX728XbKan96EWnwQCLcB/s400/ilustraciones%2BArchipi%25C3%25A9lago%2B2-2.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Ilustración para <i>El archipiélago sideral</i>, </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">© 1993, Ballester/Muñoz.</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> </span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-19214984361645705932016-08-14T09:39:00.000-07:002016-08-16T00:25:15.471-07:00IGNASI ABALLI, OFICIO DE DIFUNTOS EN LA FUNDACIÓ MIRO (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-L6E9JsBK61Q/V7CQNGmUZCI/AAAAAAAABcs/bHz_cCwKBVMrDriW6Y4gNB8SxrDTxWpsACEw/s1600/Aball%25C3%25AD-0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-L6E9JsBK61Q/V7CQNGmUZCI/AAAAAAAABcs/bHz_cCwKBVMrDriW6Y4gNB8SxrDTxWpsACEw/s400/Aball%25C3%25AD-0.jpg" width="270" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<span style="color: red;">(Viene de la entrada anterior)</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Sería en parte inexacto y un error de apreciación
comenzar diciendo que la exposición se abre con una disposición circular de
pantallas que muestran relojes de arena. Y lo digo porque si bien la exposición
se “abre” así, lo que en realidad recrea esa apertura el “cierre” del sepulcro,
cuyo mecanismo, como se sabe, también funcionaba con arena: la carga de los
bloques de granito descendiendo a peso hace que los regueros de arena fluyan a
medida que los enormes sillares caen hasta su posición de cierre. Es lo que
muestra la dramática escena final de <i>Tierra
de faraones</i>: la pérfida Nelifer y el séquito de leales al faraón en el
momento de ser sepultados en vida por los prismas de piedra que bajan y se
ajustan a medida que la arena fluye. Lo que Aballí dramatiza en esa sala es el
simulacro de cierre del recinto, para toda la eternidad y con la momia de la
pintura dentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Dado el carácter funerario de la exposición, los
sedimentos de polvo habituales en su obra se podrían de leer literalmente en
este caso como concreciones del conocido recitativo “polvo al polvo y ceniza a
las cenizas”. No obstante, como he indicado más arriba, no es en el marco de la
tradición católica ni en suelo cristiano, sino en el árido pedregal del Egipto
pagano recreado en la Fundació Miró donde Aballí ha emplazado su simulacro de
inhumación de la pintura. Lo que ciega la angosta entrada de la mastaba y sedimenta
en la obra de Aballí ubicada en el recibidor que hace de prólogo es exactamente
el mismo elemento insidioso y ubicuo: polvo acumulado. Ya estamos dentro, con
el fiambre de la pintura de cuerpo presente allá en lo hondo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> El segundo ámbito de la exposición muestra, como
es habitual en toda mastaba, la mención al completo de los ancestros, el linaje
y la dinastía a la que pertenece el finado, formalidad que Aballí solventa con
una obra de 1998 titulada “Carta de color”, que consta de un listado de pintores
distribuidos en diez paneles, de Pietro Cavallini a John Heartfield. Además del
dato insoslayable de que una buena parte de ellos son miembros de la Legión de
Honor de la Pintura, se ha de reseñar que la mayoría trabajaron en épocas y
contextos sociales y culturales dispares dominados por la pintura entronizada
como vara de mando de las artes visuales y técnica insustituible de
representación, además de asunto trascendente y cosa intelectual, como la
definió Leonardo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Los pintores citados en ese largo censo
pertenecen todos a las dinastías fuertes anteriores a la pérdida de centralidad
de la pintura como eje del arte y al relevo del pintor como su árbitro
incuestionable. Con Joan Miró como inductor e intercesor, su fundación como
ámbito ceremonial y el listado de Aballí dispuesto como ensalmo ritual, esos
pintores han sido citados e invocados para alzar una plegaria todo lo
anacrónica, disparatada y nostálgica que se quiera, pero válida y firme en la
defensa del regreso de la pintura empoderada, nuevamente y sin complejo alguno,
como lenguaje capital de representación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Tal y como indica la preceptiva funeraria al
respecto, en el siguiente ámbito de la muestra o tercera cámara de la mastaba
aparecen una serie de secuencias del finado en vida y plena actividad. Dos
proyecciones simultáneas muestran el sencillo y noble acto de pintar a la vieja
usanza y como siempre se ha hecho: el pintor manos a la obra y dando forma al
típico trampantojo resuelto con pintura y pinceles. Así de simple. Que Aballí
haga desaparecer un Miró tridimensional pintándolo no es otra cosa que invocar
y reverenciar, mediante la sofisticada técnica de la proyección, el trampantojo de siempre; el truco con que la
pintura abrazó la magia y se hizo fuerte: la ilusión de hacer presente con
pigmentos la profundidad del mundo en el plano del lienzo. Antes que se desmontara su hechizo y se la
degradara a ser mera pintura, la Pintura era eso: ilusión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> A partir de ahí, y siguiendo siempre la
preceptiva funeraria, las dos cámaras que se abren a continuación muestran,
arrumbados a la pared y en vitrinas protectoras, los enseres asignados al
finado para su viaje al más allá: lienzos imprimados de negro, numerosos
espejos y también cartas de color. Los pigmentos, que no soportan bien la
secuencia infinita de la eternidad y se corromperían, han sido desecados,
momificados y reducidos a su mera presencia nominal como palabras dispuestas en
vitrinas: los nombres del color que ha de ser pronunciado para que el pigmento cobre de nuevo la untuosidad
del<span style="color: red;"> </span>pringue en la otra vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Y así llegamos a la última cámara del primer
nivel, donde la preceptiva funeraria egipcia obligaba a ubicar los vasos
canopos con las vísceras del finado. Y es precisamente aquí, donde Aballí se
muestra aparentemente más libre, atrevido, desmelenado y audaz, donde es más
evidente la intensidad de la abducción
que esa cohorte de pintores difuntos ejerce sobre él. Un Aballí que dedica este
último ámbito a la transparencia y la sutilidad de lo invisible, pero empleando
una sintaxis anfibia que habla también de algo bien distinto: de un homenaje
plural a la pintura de caballete y a tres de sus géneros emblemáticos: el
bodegón, la <i>vanitas</i> y el estudio del pintor, cuya recreación esquemática en el
cuerpo central de la sala incluye la repisa con los cacharros, el reloj de
arena quebrado en el centro y la ventana a un lado. Exangüe, pálida, neutra, blanqueada
a conciencia y constelada por los destellos de los focos sobre los materiales
plásticos, esa disposición de elementos remite a la penumbra aterciopelada y
ahumada de los míticos ámbitos de trabajo donde los pintores holandeses
llevaron esos géneros hasta su cima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Como es preceptivo en un pintor que pinta sin
pintar, Aballí muestra los vasos canopos vacíos o, como mucho, con una lámina
transparente en el interior de uno de ellos. Esa vacuidad es precisamente el
fundamento visceral de la pintura. El corazón y el cerebro de la pintura ― una cosa mental en declive, un truco pasado de moda que encandiló
a las gentes sencillas― son precisamente esa doble nada alojada en los dos
recipientes invertidos dejados sobre la peana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Ahora bien, como todo pintor sabe, esa cosa
mental y de pura sintaxis que es la pintura se asienta en una compleja química
que va del aguarrás a las reacciones químicas producidas por la interacción
entre los ácidos y el aire, e incluye el proceso de secado y los subsiguientes
movimientos tectónicos que cuartean la piel de la pintura. Pues bien, como era
de esperar, también los ácidos están presentes en esta última cámara: hay todo
un panel vertical transparente que los menciona y describe. Y también está la
piel, literalmente. A ese respecto es delator, además de significativo, que en
una exposición tan depurada, desangelada y marcada de principio a fin por la
divisa del arte entendido como pura racionalidad y proceso, la única referencia
a lo humano y la corporalidad se encuentre precisamente en esta última cámara.
Se titula “Pell” (Piel); una película sintética de pellejo translúcido que
Aballí tiende sobre un simple bastidor y sitúa a un lado de los vasos canopos.
Entiendo que en el contexto de una exposición que vindica, si bien de manera
sigilosa y extraoficial, la inhumación de la Gran Pintura con vistas a su
hipotética resurrección, la pieza es una cita involuntaria aunque evidente del
conocido pasaje sobre Apolo y Marsias que Ovidio recrea en <i>Las Metamorfosis</i>; anécdota con la que se midieron artistas de la
talla de Tiziano, Ribera, Rafael, Luca Giordano o Manfredi. La piel que cuelga
del bastidor es la de Marsias despellejado por Apolo, un pasaje de la pintura
mitológica especialmente concurrido que ha dado título a infinidad de cuadros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> La poderosa voz de la "Biblia de los
pintores" y el deje inconfundible de la Pintura con mayúsculas se dejan
sentir en una exposición que apuesta por la entronización del lenguaje como
imagen y la elusión de la imagen como representación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Lo dijimos al comienzo: <i>Secuencia infinita </i>es una exposición y un simulacro de inhumación
de la pintura. Como tal, todo en ella encaja y está sujeto y dispuesto según la
lógica funeraria de la mastaba egipcia. Las vísceras y demás partes blandas y
corruptibles de la pintura se quedan en este nivel del complejo funerario con
todo lo demás. Por debajo, en la última cámara, queda el cuerpo de la pintura
en su sarcófago. En este caso, de luz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Aunque la hoja de ruta de la exposición indica
que este último ámbito, donde únicamente se exhiben proyecciones, refleja el
creciente interés de Ignasi Aballí por la imagen en movimiento y el medio
fílmico, lo que en realidad se oficia en esa cámara oscura es una recreación
del grado cero de la pintura en el instante preciso de su nacimiento. El haz de
luz que la boca del proyector lanza sobre el muro es la vez un exvoto, un
recordatorio “light” y una parábola de la espesa bocanada de saliva y color que
el ancestro del pintor arrojó sobre su mano abierta puesta sobre el muro de la
cueva. Además de recreación de la génesis de la pintura en el instante de su
aparición en forma nebulosa de color atomizado, la sala negra de Aballí es
también, como nos recuerda la toma del reflejo de una película en el suelo
encerado, un santuario de veneración de la imagen pura y dinámica del mundo tal
como la filtra el ojo: invertida. El cerebro le dará la vuelta y nos la pondrá
de pie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Un buche de pintura y una imagen, no hace falta
más. Ese es el instante de ignición, el alfa de la pintura como técnica
imperecedera, lenguaje de mímesis y gran asunto de la cultura occidental que
los proyectores de la Fundació Miró repetirán hasta que se desmonte la
instalación. La secuencia infinita a que alude el título de la exposición
remite, no obstante, al ideal de un marco temporal de duración indefinida en la que ese bucle incesante de secuencias de alumbramiento y germinación, repitiéndose
a lo largo de la noche inacabable de un viaje por el sueño y la muerte,
preserve la simiente de la pintura y la posibilidad de que se reencarne; de que
se resetee de nuevo por sí sola y todo recomience una vez más de principio a
fin. Del enigmático pintor de la cueva de Chauvet al mismísimo Aballí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Lo paradójico es que Ignasi Aballí, el artífice
de ese blindaje del instante alfa de la pintura en un sarcófago de luz para la
eternidad, pertenece a su momento omega y se alinea del lado de las corrientes
crepusculares que han hecho del marasmo de la pintura su alimento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-5612979817443861722016-08-14T09:14:00.000-07:002016-08-15T00:56:23.683-07:00IGNASI ABALLÍ, OFICIO DE DIFUNTOS EN LA FUNDACIÓ MIRÓ (I)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-L6E9JsBK61Q/V7CQNGmUZCI/AAAAAAAABck/l9hp_xSqC_U-aRpHYtcomUc9i50QvmiLwCLcB/s1600/Aball%25C3%25AD-0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-L6E9JsBK61Q/V7CQNGmUZCI/AAAAAAAABck/l9hp_xSqC_U-aRpHYtcomUc9i50QvmiLwCLcB/s400/Aball%25C3%25AD-0.jpg" width="270" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">A diferencia de los pintores de pisos y locales,
gente corriente y razonablemente neurótica que no tiene trato con musa ninguna
y trabaja a precio cerrado, por horas o a tanto el paño de pared, el precio del
trabajo de los pintores artistas es probablemente el aspecto más enigmático de
su actividad, y suele ser motivo de controversia y aun de escándalo; por no
hablar de sus tormentosas relaciones con la musa y su fama contrastada de ser
un colectivo de hipersensibles altamente neuróticos, desequilibrados y
agresivos hasta el punto de ejercer violencia sobre la pacífica pintura. La
cosa puede ir desde propinarle una simpática patada en el culo como hicieron
los impresionistas, a registros mucho más crueles y punibles como el del Miró
que habló de "asesinar la pintura", o el Toni Llena que se ha pronunciado
sobre la necesidad de decapitarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> A tenor de una sentencia curiosa, paradójica y de
indudable regusto zen que pronunció no hace mucho, en la que manifestaba que
"Se puede ser pintor sin pintar", yo diría que a Ignasi Aballí, de
cuya última exposición me propongo hablar aquí, cabe situarlo en la órbita de
esa tradición de artistas liquidadores de la pintura. Si bien su método no se
basa en la agresión a plena luz, sino en la utilización del mucho más sutil
recurso a la indiferencia, la abstención sistemática y el pintar sin pintar, el
propósito apunta en la misma dirección: finiquitar la pintura. En la exposición
a que me refiero, el Aballí más diligente va un paso más allá y lleva esa
tradición hasta su culminación lógica y necesaria, que no es ni más ni menos
que cumplir con el trámite de deshacerse del cadáver de la pintura y hacerlo
desaparecer por inhumación y ocultamiento definitivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">El anterior preámbulo viene a cuento de que hasta
finales de septiembre la Fundació Joan Miró acoge la muestra <i>Seqüència infinita </i>(<i>Secuencia infinita) </i>de Ignasi Aballí, exposición a la que me
desplacé la mañana del domingo 9 de julio. Tras una demorada visita, fue al
dejar las salas refrigeradas de la Miró por la bofetada inclemente del calor
natural de la montaña de Montjüic a la hora solar del Ángelus, cuando tuve una
epifanía y se me desveló qué oscuro designio ha guiado la mano de Aballí y cuál
es el sentido profético de una exposición que, aunque ilustra punto por punto
la exégesis que suele hacerse de su obra, entiendo que posee una intención
oculta que desborda ese marco y apunta más allá. Ese tipo de lectura intempestiva y a contrapelo pondría en
evidencia, una vez más, las desavenencias y la naturaleza problemática de la
relación entre enunciado y significado, por decirlo en la jerga de la crítica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Aunque el enunciado se mantiene, esta no es una
exposición de Aballí con un significado al uso. Si bien aparecen todos y cada
uno de los palos que toca su discurso (indiferencia y dejación respecto al
oficio, serialidad, repetición, asunción de la palabra como género pictórico y
trabajo de zapa bajo el suelo inestable donde se asientan no solo las
credenciales, sino la credibilidad misma de la imagen, entre otros), por la
acumulación de obra nueva hecha para la ocasión, el lugar donde se hace la
exposición y cómo se articula y distribuye el trabajo, es en realidad una
muestra que, todo y escenificar su entierro protocolario, no solo vindica
veladamente el renacimiento de la pintura y del pintor (empresa descabellada
pero no incongruente, tratándose de Aballí), sino también el regreso triunfal
de sus grandes anatemas: el oficio y, por supuestísimo, la imagen de factura manual.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Seqüencia
infinita </span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">no es, ya digo, una
exposición individual de Ignasi Aballí, sino un complejo fenómeno de abducción
y apropiación del registro de un artista vivo, Ignasi Aballí, por un ente
superior que aglutina la experiencia y la memoria de los fantasmas de todos los
pintores muertos que él mismo cita en la muestra, que son quienes realmente
conducen todo ese discurso en beneficio de la memoria y el esplendor de la
pintura. Ahora, cuando celebra las cuatro décadas de existencia su propia fundación,
es allí donde, con la inhumación del cadáver del viejo y venerable oficio de
pintar que él mismo asesinó, Joan Miró culmina <i>post mortem </i>toda la operación. En connivencia involuntaria con el
viejo maestro e instigado por este a través de la concesión de su premio,
Aballí es el enterrador de la pintura ―el cuerpo del delito― para que esa
nobilísima técnica no desaparezca por completo y pueda, el día de la parusía de
todas las artes, regresar e imponer de nuevo su imperio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Ignasi Aballí pertenece a la generación de los
Pep Agut, Jordi Colomer, Carles Guerra & Co. Aunque se formaron como pintores, todos ellos
se dieron a la fuga hacia la instalación, el videoarte, lo performativo e
incluso la curaduría. Aunque no exactamente pintando, sino rehuyendo sus procedimientos
y dando varias vueltas de tuerca al discurso cansino de la obsolescencia de la
imagen y la imposibilidad de pintar, de toda aquella diáspora es Aballí el
único que aún tiene resabios de pintor y que, con todas las salvedades que son
al caso, todavía reivindica, si bien de manera paradójica y poniéndola siempre
en cuestión, la práctica de la pintura. Por su ascendente como más o menos
pintor, o pintor entre paréntesis que solo ha renegado parcialmente del oficio,
sin duda era Aballí la figura idónea para llevar a cabo el entierro de la
pintura, segunda parte del programa de Miró una vez asesinada aquella. Y eso
precisamente es lo que <i>Secuencia infinita
</i>oficia formalmente: el descenso de la pintura a su sepulcro en las
dependencias de la Fundació Miró convertida en una suerte de mastaba o complejo
funerario a la manera egipcia: con un inicio de exposición que remite al
proceso de cierre y sellado de la tumba, al que siguen las habitaciones de
superficie donde se arrumba el ajuar, los enseres del difunto y los vasos
canopos con las vísceras del finado. Por último, y en un nivel inferior, la
cámara subterránea donde se ubica definitivamente el despojo incorruptible del
arte de pintar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Aunque fue Malévich su verdadero ejecutor por
implosión violenta al pintar un cuadrado negro y así "reducirlo todo a
nada", por decirlo con sus mismas palabras, solo en un pintor solar,
temperamental, caliente, encoñado con la pintura y en constante cuerpo a cuerpo
con ella, como fue en vida Joan Miró, pudo germinar la idea de asesinarla; si
bien se trataba, como él mismo matizó, de un crimen pasional inverso o
“asesinato positivo”. A modo de contrapeso simbólico, era necesario que el trámite
de su inhumación lo llevase a cabo un pintor disidente de características
inversas: inapetente, especulativo, neutro, de libido pictórica abstinente y
que hubiese trabado con la pintura una suerte de matrimonio blanco o de
apariencias y sin consumar; institución pantalla tras la que, entre otras
prácticas de distanciamiento y contención, sería factible lo de ser pintor sin
pintar, actitud que ha hecho de Aballí el candidato idóneo para acomodar la
pintura en su morada definitiva, tapiar la boca del nicho, darle una mano de
mortero y escribir con el dedo sobre la masa fresca todavía "Aquí yace".
Cabe decir que aunque eso es en resumidas cuentas lo que ha hecho, lo ha
llevado a cabo de una manera mucho más solemne y compleja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="color: red;">(Continúa en la siguiente entrada)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-9Ct1nu4jE5w/V7CTKt654YI/AAAAAAAABdA/Ur9gNvRBYAEFn2MbAYIAEsXUDbxLawoGQCLcB/s1600/BUENO%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="436" src="https://2.bp.blogspot.com/-9Ct1nu4jE5w/V7CTKt654YI/AAAAAAAABdA/Ur9gNvRBYAEFn2MbAYIAEsXUDbxLawoGQCLcB/s640/BUENO%2B2.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Plano de <i>Seqüència infinita</i> distribuído por salas y conceptos.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-qOI0hUCTCKw/V7CTZks9syI/AAAAAAAABdE/Vms0X5Z2Yx0hEsokk_Ntg-Qw459VhkRcQCLcB/s1600/ABALLI%252C%2BBUENO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-qOI0hUCTCKw/V7CTZks9syI/AAAAAAAABdE/Vms0X5Z2Yx0hEsokk_Ntg-Qw459VhkRcQCLcB/s400/ABALLI%252C%2BBUENO.jpg" width="245" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Plano de la mastaba de Sesheshet, dinastia V. Saqqara, Egipto.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-75860755417173513842016-07-09T05:02:00.000-07:002016-07-09T05:02:19.240-07:00VEINTE AÑOS CRECIENDO<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-31GOc5a5DuA/V4DjCg-6DXI/AAAAAAAABcE/tSvfrJ7655sDhso1yVJ3beKqzMBQa3xVQCLcB/s1600/1996-Invitaci%25C3%25B3n%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="397" src="https://1.bp.blogspot.com/-31GOc5a5DuA/V4DjCg-6DXI/AAAAAAAABcE/tSvfrJ7655sDhso1yVJ3beKqzMBQa3xVQCLcB/s400/1996-Invitaci%25C3%25B3n%2B1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Invitación. De La Pulcra Ceniza, Barcelona, 1996.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Si no recuerdo mal, creo que era Jaime Gil de Biedma quien
decía que comenzó a tomarse más o menos en serio lo del paso del tiempo cuando
observó que de muchas de las anécdotas que comentaban entre amigos habían pasado
ya sus buenos veinte años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Es precisamente esa unidad de medida de veinte años
transcurridos la que he utilizado estos días para datar buena parte del
material gráfico que andamos desempolvando para su inclusión en la nueva página
web que preparamos, donde se podrá seguir toda la evolución de De La Pulcra
Ceniza de cabo a rabo: desde las remotas <i>plaquettes</i> de 1995 hasta la reciente presentación
pública de su última publicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Ver nuevamente todo ese entrañable material no me ha puesto
melancólico ni ha suscitado en mi reflexión alguna sobre el paso del tiempo. Si
acaso, he constatado que lo de que el tiempo vuela y que vivir es un visto y no
visto son tópicos rigurosamente ciertos. Y es que uno tiende a observar su
actividad pretérita con cierta indiferencia y, por momentos, incluso algo de flema,
como el que oye llover y lo celebra aunque haya dejado ropa tendida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Entre los documentos que han pasado por mis manos estos días, hay uno que se ajusta casi con toda exactitud (le ha ido de apenas quince días)
a esa unidad de medida de los veinte años transcurridos. Me refiero a la invitación
para la lectura de <i>Four Quartets</i> el sábado 22 de junio de 1996, que De La
Pulcra Ceniza puso en circulación a mediados de aquel mismo mes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-GrBNsrC8m1w/V4DjPpc2b-I/AAAAAAAABcI/zkUdHXRQ_fY2NcEWDAr7dL00CYqYv3crACLcB/s1600/1996-Invitaci%25C3%25B3n%2B2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="352" src="https://4.bp.blogspot.com/-GrBNsrC8m1w/V4DjPpc2b-I/AAAAAAAABcI/zkUdHXRQ_fY2NcEWDAr7dL00CYqYv3crACLcB/s400/1996-Invitaci%25C3%25B3n%2B2.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Vista de la invitación y el sobre pertinente.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Que yo sepa, el artífice máximo y gran sacerdote en lo de
considerar los ciclos de veinte años como única vara fiable para medir la vida
es el novelista E.M. Forster. Así lo refiere por boca de uno de sus personajes:
“¿Nunca te han dicho cómo se divide la vida de un hombre? Veinte años creciendo,
veinte años en plena floración, veinte años descendiendo y veinte años de
decadencia.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-90543432307604290702016-06-24T05:01:00.000-07:002016-06-24T05:01:02.429-07:00PRESENTACIÓN EN JAM CIRCUS<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-fAciTwHaDLI/V20AVX__pWI/AAAAAAAABbc/rSP2SH8xajg_5tXlNxBh072obiJnAr0wACLcB/s1600/image001.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="353" src="https://1.bp.blogspot.com/-fAciTwHaDLI/V20AVX__pWI/AAAAAAAABbc/rSP2SH8xajg_5tXlNxBh072obiJnAr0wACLcB/s400/image001.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Así recordaba De La Pulcra Ceniza el evento a sus incondicionales.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Tal y como previamente se había anunciado a través de los
canales habituales, el pasado jueves día dieciséis De La
Pulcra Ceniza presentó en sociedad la nueva edición de <i>El oso de arenisca y la
fuente tiquismiquis</i>, tercer número de Libros De La Micronesia, cuya edición original data
de 1999. El evento tuvo lugar en la sala Jam Circus y contó con la actuación
del dúo De la Carmela, que puso al acto un colofón sonoro de categoría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La presentación dio comienzo a las 19,40 h. y tuvo como conductor
a Juan Miguel Muñoz, quien, como no podía ser menos, arrancó directamente, sin
preámbulo alguno y sin mediar saludo, con la lectura de un fragmento del
capítulo doce del <i>Ulises</i> de James Joyce; novela portento cuya acción transcurre
en la ciudad de Dublín y abarca una sola jornada, que coincidía precisamente con
la fecha de la presentación: 16 de junio. El acto despegó con una larga
andanada verbal, que transcribimos solo en parte: </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">«...</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">El mundo
elegante internacional asistió en masa esta tarde a la boda del caballero Jean
Wyse de Neaulan, gran maestro jefe de los Guardabosques Nacionales de Irlanda,
con la señorita Piña Conífera de Valdepinos. Lady Silvestra Sombradeolmo, la
señora Bárbara Abedul, la señora Laura Fresno, la señorita Acebo
Ojosdeavellana, la señorita Dafne Laurel, la Señorita Dorotea del Rosal, la
señora Clyde Doceárboles, la señora Roberta Verde, la señora Elena de la Parra,
La señora Virginia Enredadera, la señorita Gladys Haya, la señorita Olivia del
Campo, la señorita Blanca Arce, la señora Maud Ebano, la señorita Myra del
Mirto, la señorita Priscilla Saúco, la señorita Abeja Madreselva, la señorita
Gracia Chopo, la señorita O’mimosa San, la señorita Rachel Fuentecedro, las
señoritas Vivian y Violeta Lila, la señorita Timidez del Tiemblo, la señorita
Cati Musgo de la Fuente, la señorita May Espino, la señorita Gloriana Palma, la
señorita Liana del Bosque, la señora Arabella Selvanegra y la señora Norma de
la Encina, de Encinar del Rey, agraciaron la ceremonia con su presencia...» </span><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"> (1)</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Tras esa
extensa salva y una breve declaración de entusiasmo joyceano seguido de un voto
de fidelidad al día de marras, el presentador acometió, todavía sin la venia de
la parroquia y sin mediar saludo alguno, la lectura de un pasaje de </span><i style="font-size: 18.6667px; line-height: 21.4667px;">El oso de arenisca y la fuente tiquismiquis, </i><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">la obra
objeto de presentación: </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">«<i>...</i></span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Unos dicen que la cancioncilla la malició el oso para avivar la
rencilla; otros, que la compuso el murciélago por dárselas de vate alígero y
mordaz. El caso es que corrió la voz: el rapsoda leerá la madrugada del
solsticio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> </span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">»</span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La noche convenida, una hoguera de tilo perfumado ardió hasta muy
tarde. De madrugada, el relente de la vega tomó la plaza tibia y enfrió las
piedras una a una. Hacia las tres, la fiebre de las brasas se disipó y las
pavesas volvieron a tientas a la ceniza. A las pájaras putillas, los perros
beodos y los de siempre se les sumó gente que no era la habitual: la
escolopendra, el ratón de bancales, el abejaruco, la noctiluca. Hasta la
lagartija pija trajo a su hija.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> </span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">»</span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">En medio de una gran expectación, en el preciso instante en que Vega
se zafó del nimbo opresivo de la luna salió el murciélago, y con su vocecita
tiple impostada en cueva recitó colgado boca abajo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">A las fuentes que se acuestan con el río<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">les vuelan las bragas de raso frío.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">En la balsa de lavar, junto al molino,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">las ranitas doncellas trabajan fino.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">En pedazos iguales las suelen cortar,<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">se están haciendo corpiños para gustar.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Esta noche una acequia se ha puesto a
cien<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">porque ha echado a faltar blusa y sostén.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">A las cangrejas sirvientas les viene bien<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">a un sostén de cofias le sacan cien.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La blusa la tiene la sapo sastresa, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> les coserá picardías de
hechura inglesa.</span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Fue tras esta segunda lectura cuando el conductor del acto se
avino por fin a presentarse, a saludar al público asistente (unas cincuenta
almas) y adentrarse en el meollo del asunto: la presentación en sociedad de la
esperada reedición del tercer número de Libros De La Micronesia. Entre los
asistentes hubo quienes, tras ese largo preámbulo, se temieron lo peor:
que el orador quisiera superar su propia
marca establecida durante la presentación </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">―hace
ahora tres años― de <i>Ruta nocturna</i>, y hablara durante más de ochenta minutos.
Afortunadamente, no fue así; el acto se despachó en tres amenos cuartos de
hora.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La presentación consistió en una breve reseña de la edición
original y lo que supuso para De La Pulcra Ceniza su publicación; una mención
algo más detallada de las características de esta reedición, con mención
expresa del censo de colaboradores; y, finalmente, un repaso de la evolución
del proyecto a lo largo de los diecisiete años que han transcurrido entre ambas
publicaciones. Para cerrar la ponencia, Jordi Galli tomó el micrófono y esbozó
una certera caricatura de De La Pulcra Ceniza <o:p></o:p></span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">«<i>…</i>minúscula
editorial que elevó una galleta común al rango de <i>best seller</i>; galleta que, por
cierto, fue limada en sus extremos para que entrara en la mordida del troquel. Ese
detalle se basta por sí solo y lo dice todo acerca de lo peculiar del proyecto.
No creo que haya mucho más que añadir al respecto.»</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Poco antes de las nueve de la noche, el dúo De la Carmela
ocupó el escenario de la sala Jam Circus y, como decíamos al comienzo, puso al
acto un colofón sonoro de categoría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">(1) <i>Ulises</i>, James
Joyce. Editorial Lumen, Barcelona, 1989.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-ltYZ8bw2oSs/V20Bkaf8B2I/AAAAAAAABbo/Z6cr99V0Ovo6nqEuNuKic9LReWuSVdIVACLcB/s1600/IMG-20160617-WA0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://3.bp.blogspot.com/-ltYZ8bw2oSs/V20Bkaf8B2I/AAAAAAAABbo/Z6cr99V0Ovo6nqEuNuKic9LReWuSVdIVACLcB/s400/IMG-20160617-WA0002.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Instantánea de Juan Miguel Muñoz durante su intervención.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-H19S5BHLIrI/V20Bqj3Wj3I/AAAAAAAABbw/Ml30bnIwUfkrogCGoMmtDHL9oVDQdqo3gCLcB/s1600/IMG-20160617-WA0007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://4.bp.blogspot.com/-H19S5BHLIrI/V20Bqj3Wj3I/AAAAAAAABbw/Ml30bnIwUfkrogCGoMmtDHL9oVDQdqo3gCLcB/s400/IMG-20160617-WA0007.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Micrófono en mano, Jordi Galli glosa el talante editorial de De La Pulcra Ceniza.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">
</span><span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;">†<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-68208640477502602242016-06-12T13:07:00.000-07:002016-06-21T13:56:20.488-07:00VIVIAN MAIER / DAVID GONZÁLEZ, ARTE EN LA OSCURIDAD <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-JiA9F_M2kwI/V123vYgCU_I/AAAAAAAABa4/TiZo_xFacasq2WSsYWjBumKG8JrvOkz3gCLcB/s1600/MAIER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-JiA9F_M2kwI/V123vYgCU_I/AAAAAAAABa4/TiZo_xFacasq2WSsYWjBumKG8JrvOkz3gCLcB/s400/MAIER.jpg" width="367" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Autorretrato de Vivian Maier, colección Maloof.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">No tiene uno televisor, frecuenta poco la prensa escrita y no
dedica diariamente a la red más atención que el tiempo que tarda en dar cuenta
del botellín de cerveza de antes de la cena. No obstante esa defensa deliberada
y más o menos numantina contra la avalancha de lo noticioso, lo cierto es que uno
no deja por ello de ser un ente poroso, intersticial e inevitablemente
permeable a la insidiosa presión de la información, que si bien en dosis
insignificantes, se acaba colando de rondón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Dos de las escasas noticias que han atravesado esta semana
ese cerco tienen como protagonistas a individuos de la misma, extensa y
problemática familia: la de los artistas. Una de ellas es venturosa y feliz; la
otra, sombría y algo patética. De un lado, está la doble exposición que trae a España, a la madrileña sala de la Fundación Canal de Isabel II y a la barcelonesa
Fundación Foto Colectania, a la mítica Vivian Maier, fotógrafa de primer rango
que se encastilló en el anonimato, desdeñó lo público y, a lo que parce, no le
quitaron el sueño ni el destino de su obra ni los oropeles de la vanidad y toda
esa mandanga. De otro lado está el poeta asturiano David González, que hacía
pública en su cuenta de Facebook la decisión de internarse por el atajo salvaje
de la drogadicción al por mayor y la cogorza severa; y todo ello con el afán de
apagarla cuanto antes y poner fin a una vida desdichada por un rosario de
circunstancias, entre las que tiene muy especial importancia el hecho de que, a
su juicio, su obra haya sido sistemáticamente silenciada por los medios de
comunicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Dos circunstancias, dos temperamentos y dos maneras
radicalmente disimiles de vivir y dedicarse al arte y, sobre todo, de lidiar
con el peliagudo asunto de su dimensión
pública.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Aunque la extensión y la calidad de su obra, por lo que se va
viendo a medida que sale a la luz, avalan sobradamente su valía, lo que sin
lugar a dudas ha convertido rápidamente a Vivian Maier en un fenómeno mediático
ha sido el azaroso hallazgo de su legado oculto; que se ha podido reunir y
salvar de milagro pero que perfectamente podría haber caído del lado de la
disgregación, la destrucción y la silenciosa desaparición de la faz de este
mundo sin dejar rastro alguno. Por lo que cuentan, le ha ido del canto de un
duro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La mítica oscuridad que rodea la dedicación secreta de la
Maier a la fotografía durante unas cuatro décadas la pone del lado de gentes radicales
y de mucho abolengo en eso de trabajar en secreto y de cara a la pared, como Emily
Dickinson y Fernando Pessoa, y la añade al reducidísimo censo de artistas que
hicieron de su dedicación al gran arte una actividad morosa y clandestina que
los ocupó de por vida, de la que poco o nada se sabía hasta que el trasto
anodino en que la ocultaron cantó y los acabó delatando. En el caso de la
Dickinson, la caja de música donde la
“bella de Ahmerst” ocultó unos dos mil poemas en cuadernillos primorosamente
cosidos a mano. Pessoa optó por un baúl, que arrastró por pensiones y cuartos
de alquiler de Lisboa y que, ochenta años después de su muerte, aún no ha sido
desvelado por completo dado lo cuantioso de su contenido, que asciende a unos
cincuenta mil documentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Vivian Maier fue una artista de esa raza. La vertiente
social, profesional y visible de su vida
de soltera impenitente y llena de rarezas era perfectamente rastreable y ya se
conoce. Lo que ha sido una verdadera sorpresa incluso para sus escasos
allegados, es que esa normalidad aparente tuviese un doble fondo que nadie
advirtió en toda su envergadura. Ahora sabemos que lo que a ojos de sus
próximos no pasaba probablemente de ser mera afición, era en realidad una tarea
de importancia capital en su vida y, a tenor del cuantioso legado que deja, de
dimensiones titánicas. En su caso, lo que ha acabado cantando y delatándola no
ha sido un solo trasto, sino una cantidad nada desdeñable de cajas de cartón,
contenedores de plástico y hasta un cofre de cuero. Bajo la inevitable estampa
de mudanza a medio hacer que presentaba en la almoneda donde fue localizada, toda esa valija variopinta y dispersa contenía los cerca de cien
mil negativos en que se cifra la obra de Vivian Maier.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> A nadie se le escapa que el caso Maier ha puesto al
descubierto una deliberada estrategia de disimulo tenaz y ocultación evidentes
de la propia obra a lo largo de toda una vida de dedicación; algo prodigioso,
rarísimo y extraordinariamente
infrecuente en un mundo donde la tendencia natural del artista es precisamente
la opuesta: la de darse a conocer cuanto antes y pugnar en todo momento por
salir en la foto, a ser posible. Abstenerse de cualquier tipo de aparición
pública, desentenderse de todo afán de notoriedad, mantener a raya la pulsión vanidosa
por salir a la palestra y hacer caso omiso de toda esa índole de actitudes inherentes
a la práctica del arte, como al parecer hizo la Maier, denotan unas
credenciales vitales poderosas y una personalidad y convicción artísticas
correosas y fuera de lo común. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-GiDFmlYzstc/V124hf_LrdI/AAAAAAAABbE/ogpEjch6VGY0_2MwJjDWss8vCdYwuOrhwCLcB/s1600/david%2Bgonzalez%252C%2Bfotograf%25C3%25ADa%2Bde%2Bmark%2Bostrowski.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-GiDFmlYzstc/V124hf_LrdI/AAAAAAAABbE/ogpEjch6VGY0_2MwJjDWss8vCdYwuOrhwCLcB/s400/david%2Bgonzalez%252C%2Bfotograf%25C3%25ADa%2Bde%2Bmark%2Bostrowski.jpg" width="393" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">David González, poeta que acaba de anunciar en Facebook que tira la toalla.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Bien distinto es el caso de David González, poeta asturiano
que, como decíamos al comienzo, ha anunciado su intención de aplicarse a sí
mismo un programa sumarísimo a base de drogas y alcohol que se lo ha de llevar lo
antes posible. La escasa atención, el ninguneo deliberado y la actitud
desafecta de los medios hacia su obra justificarían de sobra esa decisión
terminal, según él mismo ha difundido vía Facebook.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Vaya por delante que, tal y como apunta Cesare Pavese en <i>El oficio de vivir,</i> “a nadie le falta una
buena razón para matarse”, y que las razones que aduce David son tan buenas como
otras cualesquiera, faltaría más. Aquí no vamos a enjuiciar lo acertado o no de
su decisión ni a sopesar la valía de su obra; aquí únicamente estamos
interesados en contrastar su caso de poeta dolorido con el de una artista
diametralmente opuesta, acorazada y puede que hasta de otra especie, que
realizó voluntariamente su obra en la desatención y la penumbra, los ácidos
disolventes que han corroído la personalidad del poeta asturiano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> David González ha publicado con su nombre una veintena de
libros de poesía, ha hecho de maestro de ceremonias en unas cuantas antologías
y ha sido incluido en otras muchas, dirige la colección de poesía Zigurat que
edita el Ateneo Obrero de Gijón y es, en fin, una figura conocida en el exiguo
ámbito de la poesía, que para bien o para mal es a día de hoy una remota pedanía
de la República de las Letras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Hay alguna excepción por ahí, pero lo habitual es ser popular
en la plazoleta de la poesía y absolutamente desconocido en el resto de la
ciudad. Esa circunstancia, que de momento no tiene vuelta de hoja, está en el
foco de la decepción que atormenta a David González, vate de sobra conocido en
el ámbito de la poesía de la experiencia pero que ni por ensalmo aparece en los
<i>media </i>de gran alcance, circunstancia
esta que comparte con la práctica totalidad del resto de poetas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Fue Carlos Marx quien observó que “la economía es
determinante en última instancia”; y lo digo porque si bien David señala un
cúmulo de circunstancias de etiología diversa como desencadenantes de su decisión, es evidente que una de ellas, no sabemos hasta qué punto determinante, es la económica. Y es que David malvive de la poesía, de ahí que
se queje amargamente de que lo hayan ignorado los suplementos culturales de
gran tiraje y demás canales por los que su obra podría haber llegado al gran
público, que en lo que respecta a la poesía suele ser de escaso recuento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Llegados a este punto de la ponencia, es indispensable hacer
una aclaración radical respecto a la viabilidad del arte como profesión, que en
lo que concierne a la poesía se hace especialmente crítica y de extrema
dificultad; y es que, como en su momento señaló Blanca Andreu, aunque tiene tan
escaso público como el poeta reconocido, que vende copias y a lo sumo también
da recitales, un artista plástico igualmente reconocido sí puede vivir de su
trabajo, ya que produce originales exclusivos para un mercado de coleccionistas
ávidos de fetiches únicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Además de las dificultades derivadas de la imposibilidad de
vivir de su obra, problema crucial que Vivian Maier capeó toda su vida con un
trabajo asalariado, el reiterado ninguneo de los <i>media</i> ha golpeado a David en
un punto dolorosísimo que raro es el artista que no tiene en carne viva: el
ego, cuyas demandas de atención, notoriedad e incluso fama no cubiertas pueden
hacerse angustiosas en individuos especialmente narcisistas. Lo que hace de
David González y Vivian Maier artistas tan disímiles y encontrados es la manera
de encajar y asumir la indiferencia, el silencio o el aplauso que provoca la
recepción social de la propia obra; que David encuentra velada y recortada deliberadamente
por lo que interpreta como una conjura de los medios contra él. Por el
contrario, la Maier se hizo fuerte, se disciplinó y no tuvo necesidad ni
curiosidad ninguna de saber cuál pudo ser la recepción de su obra y qué
posibilidades de éxito tenía. No lo necesitaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> En uno de sus perspicaces comentarios, Oscar Wilde deja bien
patente hasta qué extremo el mismo fenómeno desencadena reacciones distintas en individuos diferentes: “Donde unos admiran el paisaje, otros
pescan un resfriado”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Así es la vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-88056512815186968872016-05-28T09:50:00.000-07:002016-05-29T14:01:04.424-07:00EL INACCESIBLE AMARILLO DE RÀFOLS-CASAMADA<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-OHtYED1euNk/V0nIAkdyFlI/AAAAAAAABak/iWRgBJB4TmAp0FQcMR0Lr9cMZr_yqO8jwCLcB/s1600/rafols_xoptimizadax--620x400.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="257" src="https://3.bp.blogspot.com/-OHtYED1euNk/V0nIAkdyFlI/AAAAAAAABak/iWRgBJB4TmAp0FQcMR0Lr9cMZr_yqO8jwCLcB/s400/rafols_xoptimizadax--620x400.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">"Laguna veneciana" de Albert Ràfols-Casamada</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Que el envejecimiento y la pérdida de las ilusiones y las
banderas no solo afecta a individuos y generaciones sino también a las ciudades
que los acogen y los ven surgir y eclipsarse. A esa conclusión llegué hace unos
días viendo la excelente y entrañable muestra que la Fundació Vila Casas dedica en Can Framis a la obra de Albert Ràfols-Casamada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Yo diría que tras la desaparición de Hernández Pijuan en 2005,
de Ràfols-Casamada en 2009 y de Tàpies en 2012 Barcelona es una ciudad que,
justo es reconocerlo, se ha quedado sin ilusiones ni banderas y se halla en una
situación de pérdida irreparable en lo que respecta a la pintura. Pintores no
faltan —puede que incluso haya de sobra, como siempre—, pero hoy por hoy no
parece probable que vuelvan a coincidir a medio plazo en la ciudad tres figuras
de semejante valía. Y yo diría que por dos motivos. Primero: porque al igual
que nos ocurre a las personas, también la ciudad ha de pasar necesariamente por el trance de
guardar luto por esa cadena de pérdidas —pictóricas
en este caso— para resurgir posteriormente; proceso que requiere tiempo y no se puede
resolver en un pispás. Y segundo: porque es harto evidente que la pintura no
solo no cuenta con el beneplácito sino que incluso podría decirse que ha caído
en desgracia a ojos de los comisarios de nuevo cuño, los artistas en boga y “tutti
quanti” de la escena más joven y exitosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> A buen seguro se me objetará que siguen en activo García
Sevilla, Frederic Amat, Alfons Borrell, Xavier Grau y Viladecans entre otros, y
que ese plantel, que no se puede soslayar a la ligera, demuestra que en
Barcelona aún se hace pintura de mérito. Aunque cierto, para mí es evidente que
el estado de plenitud y felicidad pictórica que se vivía en Barcelona cuando la
galería Joan Prats mostraba en una misma temporada obra reciente de Tàpies, Ràfols
y Pijuan es irrepetible a día de hoy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ráfols fue un pintor que llegó a la abstracción por
eliminación, decantación y destilado personal de la figuración tradicional. En
ese sentido, y aunque es evidente el ascendente que tuvo sobre él la escena
foránea, es un pintor hecho a sí mismo que a base de mucha perseverancia dio
con un estilo fresco, lírico, hermoso y muy personal. Es una de las cimas de la
abstracción lírica de por aquí; escuela a la que, certera y algo maliciosamente,
Luis Racionero denomina “informalismo comercial”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Ràfols tenía fama de colorista muy dotado, de saber como
pocos cuándo dejar el cuadro, cómo titularlo y de qué manera y con qué talante
ejercer y combinar los delicadísimos escrúpulos, antojos y renuncias inherentes
al acto de pintar. Por si hiciera falta recordarlo, esta exposición demuestra
que poseía esas prendas y aún otras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Yo diría que el Ràfols más veraz, y que de tan intensamente lírico roza en repetidas ocasiones la dimensión orgiástica de lo sublime, es el
de los cuadros de formato medio derivados de una poderosa evocación cuyo origen
aún pude rastrearse en el título de la obra. “Puerto nocturno”, “Noche
transparente”, “Laguna veneciana” y “Nocturno de Brooklyn” tienen el ascendente
que he mencionado y sin duda son de lo mejor de una exposición para ver y
paladear con detenimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Uno de los aciertos de Ràfols es haber hecho suyo y defendido
contra viento y marea uno de los principios básicos del ideario de Matisse:
que la pintura sea un calmante intelectual, un solaz en medio del tráfago del
mundo. En esa clave entré en Can Framis a ver la exposición: como
el que se arrellana en el sofá al final de la jornada, deja que suene Satie y
abre una cerveza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Cuando ya me iba, vi una muchacha con short amarillo que
accedía a la sala y de súbito me acordé de una línea del <i>Dietari</i> donde Ràfols
habla de ese color como “l’inaccessible groc”. El inaccesible amarillo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span><span style="font-family: "angsanaupc" , serif; font-size: 24pt; line-height: 115%;">†</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-48683855344696973882016-05-14T10:37:00.000-07:002016-05-17T13:06:35.531-07:00LIBROS DE LA MICRONESIA, Nº 3<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-ZLemR5J7qLE/VzdXR2bL2NI/AAAAAAAABaI/9PYvBT51wm0aTdGRbRS2Oa0qHDw02QD-QCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B046.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="263" src="https://3.bp.blogspot.com/-ZLemR5J7qLE/VzdXR2bL2NI/AAAAAAAABaI/9PYvBT51wm0aTdGRbRS2Oa0qHDw02QD-QCLcB/s400/reedicion%2B3%2B046.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Así se ve el nº 3 de Libros De La Micronesia reeditado para la ocasión.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Nos place comunicar que tras un par de años largos de
dilaciones, aplazamientos y demoras de índole diversa, finalmente De La Pulcra
Ceniza ha publicado la esperada nueva edición del tercer número de Libros De La
Micronesia. La publicación se ha dado a conocer durante la pasada edición de
Arts Libris. No obstante esa discreta aparición de tapadillo y sin alzar la voz,
su presentación oficial y bautizo multitudinario tendrán lugar el próximo jueves
16 de junio en la asociación cultural Jam Circus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Como ya hemos comentado con cierta extensión en otras
entradas de este blog, el tercer número de Libros De La Micronesia fue, además
de nuestro inesperado primer <i>best seller</i>,
una publicación clave para el afianzamiento no solo de la colección sino
también del proyecto De La Pulcra Ceniza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La edición llevaba más de doce años agotada cuando, ante la
proximidad del quince aniversario de su publicación, la toxina de la nostalgia nos
afectó en profundidad durante una sobremesa, y al cabo de la tarde de ese mismo
día ya nos había ganado el deseo irrefrenable de reeditarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Una cosa llevó a otra y aquí estamos con la nueva criatura:
un flamante tercer número de Libros De
La Micronesia ampliado, enriquecido con textos de apoyo, ilustrado, rediseñado,
apostillado y convertido en una hermosa y sentida publicación tributo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La edición, que consta de quinientos cinco ejemplares
numerados y ha sido en parte impresa sobre papel pintado de estampados
diferentes para números pares o nones, se presenta en un estuche de acetato
transparente y se compone dos cuerpos: la caja de cedé con a la edición
original, y un teatrillo desplegable que contiene el libreto añadido para la
ocasión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Como no podía ser menos en una edición tributo, la
publicación se abre con una breve mención de la obra original y quienes la
hicieron posible: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i> </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i> “La edición original de esta publicación es de 1999. La
corrección de los textos corrió a cargo de Paz Lorenzo, Martín Ledesma se ocupó
de la tipografía, Daisy Dusk de la producción y Juan Miguel Muñoz del diseño y
el texto central. En aquella ocasión, el papel pintado era de la marca Laura
Ashley; y la galleta, Tostada de Fontaneda.<o:p></o:p></i></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i> Esta reedición, inevitablemente distinta, coral y algo más
ambiciosa, desentraña y amplía el breve destello de aquella publicación
irrepetible.”</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-_Lsjvb0T-p0/VzdWawatd_I/AAAAAAAABZk/AwSijr1rGukpB84CeX8jvhAlLOLxL4XtwCKgB/s1600/reedicion%2B3%2B026.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://4.bp.blogspot.com/-_Lsjvb0T-p0/VzdWawatd_I/AAAAAAAABZk/AwSijr1rGukpB84CeX8jvhAlLOLxL4XtwCKgB/s400/reedicion%2B3%2B026.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">La publicación se presenta en estampados distintos para números pares o nones.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-7UlnsOOLDXk/VzdW6NPHc9I/AAAAAAAABZs/6t58KkpV06Yrt757L9dzdjeL2WSlKnxjgCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B028.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="272" src="https://2.bp.blogspot.com/-7UlnsOOLDXk/VzdW6NPHc9I/AAAAAAAABZs/6t58KkpV06Yrt757L9dzdjeL2WSlKnxjgCLcB/s400/reedicion%2B3%2B028.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Vista del teatrillo de papel plegado.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Ranry4i3JoA/VzdW54tlRwI/AAAAAAAABZo/71OJkKUXLWYAayEjNQKb1a5DO3v4ZVUbQCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B030.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="267" src="https://1.bp.blogspot.com/-Ranry4i3JoA/VzdW54tlRwI/AAAAAAAABZo/71OJkKUXLWYAayEjNQKb1a5DO3v4ZVUbQCLcB/s400/reedicion%2B3%2B030.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Vista del reverso de uno de los número impares del tiraje.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-6gUsKAPPfMU/VzdW6FStXUI/AAAAAAAABaQ/Zqc4jYMjQ7ERWKJfvbsO_ig5YRW0TbW5QCKgB/s1600/reedicion%2B3%2B033.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://4.bp.blogspot.com/-6gUsKAPPfMU/VzdW6FStXUI/AAAAAAAABaQ/Zqc4jYMjQ7ERWKJfvbsO_ig5YRW0TbW5QCKgB/s400/reedicion%2B3%2B033.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Vista frontal de los dos cuerpos de la publicación</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-7AYXIAoINGU/VzdW7smJYuI/AAAAAAAABZ0/vVfLBbG-syoVwXbFOzyp1uClEgPaO88ywCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B034.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://2.bp.blogspot.com/-7AYXIAoINGU/VzdW7smJYuI/AAAAAAAABZ0/vVfLBbG-syoVwXbFOzyp1uClEgPaO88ywCLcB/s400/reedicion%2B3%2B034.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">El teatrillo comienza su despliegue...</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-iKjRAeeU40o/VzdW9R-K7wI/AAAAAAAABZ4/yMpPk6lMmxIPd-inWJYHDP_fXhxuYqsdACLcB/s1600/reedicion%2B3%2B037.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="268" src="https://4.bp.blogspot.com/-iKjRAeeU40o/VzdW9R-K7wI/AAAAAAAABZ4/yMpPk6lMmxIPd-inWJYHDP_fXhxuYqsdACLcB/s400/reedicion%2B3%2B037.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
<br />
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-I2U8wAOJl_4/VzdW-BlB7TI/AAAAAAAABaA/b5-5lwptbREV4Yz-Hru3iIQYNpdkp4iGwCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B038.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="272" src="https://4.bp.blogspot.com/-I2U8wAOJl_4/VzdW-BlB7TI/AAAAAAAABaA/b5-5lwptbREV4Yz-Hru3iIQYNpdkp4iGwCLcB/s400/reedicion%2B3%2B038.JPG" width="400" /></a></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-P9emUB4Qkzc/VzdW-xWNv_I/AAAAAAAABaE/IkK63WYsXtUFnmYQi0XLUkLTOz39DnkOQCLcB/s1600/reedicion%2B3%2B040.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://2.bp.blogspot.com/-P9emUB4Qkzc/VzdW-xWNv_I/AAAAAAAABaE/IkK63WYsXtUFnmYQi0XLUkLTOz39DnkOQCLcB/s400/reedicion%2B3%2B040.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Vista del teatrillo desplegado, del libreto y los créditos de la publicación.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-28358729276288096732016-02-08T03:27:00.000-08:002016-02-08T11:09:55.856-08:00ARTISTAS SUBALTERNOS & POETAS DURMIENTES<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-Ox1gDETTrdY/Vrhs_OH_fFI/AAAAAAAABYI/DscMNysJUuI/s1600/macba_ext_770x473.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="245" src="https://4.bp.blogspot.com/-Ox1gDETTrdY/Vrhs_OH_fFI/AAAAAAAABYI/DscMNysJUuI/s400/macba_ext_770x473.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">El Macba, proa del arte último en Barcelona.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Aunque estoy más que habituado a prodigar ese tipo de
atenciones finales y a la desesperada, reconozco que no es buena cosa posponer una
y otra vez la visita a exposiciones imprescindibles, ya que después se ve uno
poco menos que forzado a acudir de urgencia el último día de exhibición; visita
que a veces nos viene a contrapelo, cuando no nos desbarata la agenda, nos la
pone patas arriba y —lo que es peor— nos estropea una mañana de sol y modorra
dominguera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Eso precisamente es lo que me ocurrió el domingo pasado: que
acababa la exposición de Sergi Aguilar y tuve que dejar el sublime solárium del
comedor de casa y acercarme hasta el Macba para no perderme <i>Revers/Anvers (1972-2015)</i>, título de su
retrospectiva. Por fortuna, como además había otras dos exposiciones que también
quería ver (la de Miserachs, cuarta en cartel, ya la había visto), aproveché y
me dejé la mañana entera en el Macba. Una visita de cuatro horas a ese noble
tabernáculo da para algunas impresiones y bastantes más reflexiones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Como digo, me dejé caer por el Macba para que no se me
escapara el excelente repaso por las cuatro décadas de actividad que acumula ya
Sergi Aguilar. Aunque es muy tentador, no es su exposición lo que me propongo
comentar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En la vida por supuesto; pero también en arte uno se ha de
alinear, se ha de poner de una u otra parte. Ha de tomar partido. En este
sentido, uno ha dejado siempre claro que —mejor o peor— se ha forjado como
espectador en primera línea de fuego de galerías y museos, pero también en la
retaguardia y al abrigo de lecturas, seminarios y aproximaciones al arte de
todo pelaje. No obstante esa atención a lo diverso, admito que por temperatura,
talante y formación sintonizo mejor con las poéticas apasionadas, oscuras,
expresivas y que vendrían a sancionar el arte como cosa asombrosa, misteriosa, subyugante,
excepcional, impactante, bella, turbia, etc. No es de extrañar, por tanto, que
sea un espectador picajoso, desconfiado, las más de las veces decepcionado y
solo relativamente poroso a la factura tibia y la puesta en escena administrativa,
desangelada y neutra de algunas corrientes actuales —y no tanto— con las que el
Macba está obligado a tener especial consideración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Bajar al Macba se me antoja a veces un descenso hacia lo
previsible y el muermo asegurado, sobre todo cuando muestran sus adquisiciones
últimas, según qué áreas de sus fondos permanentes o alguna de sus habituales
exposiciones de tesis. No es problema de la entidad, tampoco de su programación ni de la mejor o peor competencia
de los curadores. No hay anomalía alguna en su funcionamiento. Lo que pasa es, ni más ni menos, que el arte de nuestro
tiempo es así. Y punto. <i>Desitjos i
necessitats</i> y <i>Espècies d’espais</i>
(en cartel hasta el 24 de abril y el 30 de mayo respectivamente) son
precisamente de la clase de muestras que he mencionado: la primera, de
adquisiciones recientes; la segunda, de tesis, amparada en esta ocasión en el texto
homónimo de Georges Perec y comisariada por Frederic Montornés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Justo al comienzo de su desopilante <i>La palabra pintada</i>, Tom Wolfe refiere que fue Marshall McLuhan quien
observó que la gente no lee la prensa matinal, sino que se sumerge en ella como
en un baño caliente; y lo ratifica con su propio caso. Cuenta que una mañana de
domingo de la primavera de 1974 se hallaba sumergido en las tibias
profundidades de la página de artes del <i>New York Times</i>. Al parecer, llevaba ya
un buen rato leyendo plácidamente en estado beatífico cuando, de repente, una
frase le llamó la atención, lo expulsó de aquella felicidad y lo puso sobre la
pista de una larga reflexión que culminaría en la redacción de <i>La palabra pintada</i>. Las más de las veces
que me dejo caer por el Macba me ocurre exactamente eso: que me sumerjo en las
aguas quietas de esas salas de balneario blanquísimas, impolutas y a rebosar de
arte. Floto de una a otra y paso de uno a otro artista sin que nada perturbe mi
modorra, hasta que, como le ocurrió a Wolfe, algo llama mi atención y me saca
de ese nirvana de felicidad y vacuidad perfectas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La primera obra que me llamó la atención esa mañana, cuando pisaba
las salas donde se despliega la muestra <i>Desitjos i necessitats</i>, fue la minúscula fotografía que acompaña el despliegue de
los recibos de nómina que Francesc Abad ha reunido a lo largo de sus cuatro
décadas de vida laboral, y que ocupan toda una pared: unos cuarenta metros
cuadrados de justificantes de devengos salariales. Lo que me sacó del sopor no
fue la envergadura de ese frontón atestado de nóminas dispuestas en perfecta
retícula, sino el pie de foto de la pequeña imagen que hay a un lado, que
muestra el banco público donde el autor, provisto de fiambrera, se retiró a
menudo para comer a lo largo de esas cuatro décadas. Según Francesc Abad indica
en el pie de foto de la imagen, esa constante de su biografía es un exponente
más “…del posicionamiento del artista como sujeto subalterno”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Esa frase fue lo que me llamó la atención: la mención —resignada
y algo melodramática para mi gusto— del artista como sujeto subalterno. Aunque el sujeto de referencia es el mismo Francesc Abad, entiendo que el apelativo de subalterno abarcaría no solo a los artistas
que, como él, no viven del comercio de su obra, sino que sería extensible
a todo artista en cuanto agente pasivo del engranaje económico y sus circunstancias.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-5IqPvIOpy9I/Vrhq9VLO1fI/AAAAAAAABXs/ePimEqNQ0Qw/s1600/5117.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="202" src="https://3.bp.blogspot.com/-5IqPvIOpy9I/Vrhq9VLO1fI/AAAAAAAABXs/ePimEqNQ0Qw/s400/5117.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><i>Nòmines, el meu espai econòmic/productiu</i> de Francesc Abad. Colección Macba.</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Llevaba ya un par de horas largas de inmersión en las termas
del Macba cuando, en la muestra <i>Espècies
d’espais</i>, a la altura del ámbito habilitado como posible sala de
esparcimiento comunal —colchonetas por los suelos incluidas—, una segunda obra
reclamó mi atención y me sacó nuevamente del estado de somnolencia opiácea. Me
refiero a <i>Los durmientes</i>, corto
firmado por Jordi Colomer en el que, mediante un truco que imita el desplazamiento
vertical de la cámara por delante del corte longitudinal de un edificio en un solo plano secuencia, se nos
muestra de pasada lo que podrían ser una serie de <i>ateliers</i> de artistas, que en ese momento duermen. El tempo de la
narración es pausado y la toma se demora bastante, de manera que amanece a
medida que la cámara remonta. A la altura de la buhardilla del edificio, hace
ya un buen rato que hay luz de pleno día. Y ahí es donde, a través de una
ventana, se deja ver el único personaje que está despierto, activo y camino del
trabajo mientras los demás duermen; y todo porque representa que no es un
artista, sino un verdadero sujeto subalterno, sin veleidades y por supuesto sin
estatus de artista: un currante, un operario con ropa de faena al que, en la última
secuencia, vemos ascender por una escalerilla exterior hacia la azotea donde
tiene el tajo, a instalar una parabólica, reparar la antena colectiva, echar
unos metros de tela asfáltica o lo que sea. Con el sol ya alto, el resto de la
parroquia, los artistas, siguen durmiendo como si nada.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-sZfTyH8bOB4/Vrhrrg7-tFI/AAAAAAAABX0/H8QpWjnlxkE/s1600/aa5bf3c252966e860b8c60f58c970bef.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-sZfTyH8bOB4/Vrhrrg7-tFI/AAAAAAAABX0/H8QpWjnlxkE/s400/aa5bf3c252966e860b8c60f58c970bef.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Sala de proyección de <i>Los durmientes</i> en la expo <i>Especies de espacios</i>. Macba.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-Fw2THSTQhrU/VrhrwwGSTxI/AAAAAAAABX4/z342k0lLXvY/s1600/los-durmientes-jordi-colomer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="247" src="https://3.bp.blogspot.com/-Fw2THSTQhrU/VrhrwwGSTxI/AAAAAAAABX4/z342k0lLXvY/s400/los-durmientes-jordi-colomer.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Imagen de <i>Los durmientes</i> de Jordi Colomer.</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Entiendo que el muestreo de artistas durmientes de Jordi
Colomer, y el despliegue de nóminas de Francesc Abad y su comentario lateral respecto
a la condición del artista como sujeto subalterno, son obras que focalizan su
atención sobre el mismo tendón dolorido de la práctica del arte, pero desde
puntos de vista muy encontrados.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Al artista como subalterno más en un mundo de eternos
subalternos mal pagados de Francesc Abad, opone Jordi Colomer un artista
eternamente adolescente, al que no le va tan mal viviendo de quien se acerque y
que puede levantarse tarde; bien porque practica el “no trabajes nunca” de Guy
Debord o porque ha logrado que sueño y trabajo sean una misma ocupación. Y eso
solo se consigue —no nos engañemos— procediendo cada noche exactamente como
hacía Saint-Pol-Rux, que se retiraba al dormitorio y dejaba un aviso del lado
de afuera de la puerta que decía: “El poeta trabaja".</span><br />
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"></span>
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "angsanaupc" , serif; font-size: 24pt; line-height: 115%;">†</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-6160962892262176942016-01-24T09:20:00.002-08:002016-01-25T22:02:09.293-08:00J.G. BALLARD EN EL RÍO INFERNAL<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/--Pwyz63xXJk/VqUAKTCoTCI/AAAAAAAABWw/C4kTK7jkUUE/s1600/15_01_2016_2596_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/--Pwyz63xXJk/VqUAKTCoTCI/AAAAAAAABWw/C4kTK7jkUUE/s400/15_01_2016_2596_001.jpg" width="302" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Cubierta de la mítica monografía dedicada a Ballard. Re/Search, San Francisco, 1984.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Aparte de que no es ninguna bicoca se mire por donde se mire,
trabajar en un gran grupo editorial puede tener efectos secundarios a la larga.
Una de las consecuencias —y no precisamente la peor— de respirar a diario el
aire del negocio y ver libros por todas partes durante décadas es que se corre
el serio peligro de acabar aborreciéndolos o, como poco, de prestar oídos y
comenzar a ver con cierta simpatía a los raros que cuestionan la nobleza
intrínseca del libro y toda esa mandanga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Aunque mi grado de deterioro al respecto no es todavía alarmante
y aún no he aborrecido los libros, reconozco que ya llevo tiempo haciendo
ojitos y simpatizando con disidentes como el Marco Aurelio que exhortaba a la
abstención con su radical “Déjate de libros”, o el Borges no menos disuasorio
de “Todos los libros, en el fondo, dicen lo mismo”. De entre los jarros de agua
fría lanzados por esa infame turba al rostro de la industria editorial, tengo
especial predilección por el de Terry Eagleton, que la acusa muy a las claras
de cultivar una suerte de opio de nuevo cuño para el pueblo de siempre: “Si no
se arroja a las masas unas cuantas novelas, quizá acaben por reaccionar
exigiendo unas cuantas barricadas”. En esa longitud de onda se mueve nuestro
Víctor Moreno, del que copio este comentario: “Hoy, quizá, la finalidad última
de la alfabetización sea conseguir que la gente esté mansamente quieta mientras
lee”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Al margen de esas consideraciones particulares, lo cierto es
trabajar en un gran grupo editorial, aunque sea como humilde subalterno de un
remoto departamento de servicios generales, como es mi caso, es una bendición
si te gustan los libros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-SzPCnzgH0cM/VqUBHrPigZI/AAAAAAAABXA/Jk1gdgd8FwE/s1600/Looking-for-ars-mundi-discos-Victor-Moreno-La-man%25C3%25ADa-de-leer%2B%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-SzPCnzgH0cM/VqUBHrPigZI/AAAAAAAABXA/Jk1gdgd8FwE/s400/Looking-for-ars-mundi-discos-Victor-Moreno-La-man%25C3%25ADa-de-leer%2B%25281%2529.jpg" width="255" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Un libro algo disidente sobre "teleología lecturil". Caballo de Troya, Barcelona, 2009.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El grueso de las publicaciones que circulan por las
dependencias en las que que trabajo son las de la casa. Pero también corre por
allí una cantidad nade despreciable de ediciones de terceros: las de la
competencia directa, las de la competencia difusa; de editoriales de todo
pelaje, de autor, marginales, no venales y de productos editoriales de toda procedencia
y condición. En el mejor de los casos, esa plétora de libros va a los estantes
comunitarios, donde le es permitido abrevar al personal, cuando no directamente
a la bala de papel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Tengo a gala el reconocer que he estado muy atento siempre a
esa pedrea venida de fuera y a los hipotéticos avisos que pudieran derivarse de
lo que, no pareciendo en principio más que un hallazgo fortuito, bien pudiera
ser el broche de algo más complejo y misterioso: la culminación ineludible del
destino de un libro cuando, en palabras de Borges, “… da con su lector, con el
hombre destinado a sus símbolos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El flujo de todo ese material es irregular y antojadizo, pero
es cuando hay permutaciones, mudanzas de toda índole y muy especialmente
cambios de ubicación, relevos y demás movimientos tectónicos en el área de edición, que conviene estar atento, abrevar a diario en el estante comunitario y, sobre
todo, cribar meticulosamente los vertidos que fluyen hacia la bala de papel. <i>El sótano </i>de Thomas Bernhard en el año
1981 o por ahí; <i>Larva</i> de Julián Ríos
una década después; <i>La sepultura sin
sosiego</i> de Connolly a principios del cambio de milenio; <i>Memorias del subsuelo</i> de Dostoyevsky
algo después y <i>Testo yonqui</i> de Beatriz
Preciado hace apenas tres o cuatro años son algunos de los libros memorables
con los que uno ha entrado en contacto por la vía de andar hurgando en los
ribazos de la escombrera comunal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-qRD93gZg30c/VqUA0Eyn5hI/AAAAAAAABW4/Od7fgPofYKY/s1600/15_01_2016_2596_002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-qRD93gZg30c/VqUA0Eyn5hI/AAAAAAAABW4/Od7fgPofYKY/s400/15_01_2016_2596_002.jpg" width="305" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Contraportada de Re/Search, Nos. 8-9. San Francisco, 1984.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> El último de mis hallazgos, rescatado hace apenas unos días
de los estratos intermedios de una jaula vertedero atestada de viejos catálogos
de Faber and Faber, Insel Verlag, Flammarion y demás emporios, es un ejemplar
del mítico número doble que la revista Re/Search dedicó en 1984 a J.G. Ballard.
Casi nada. El hallazgo es especialmente memorable por cuanto se trata de una
publicación mítica, descatalogada y hasta tal punto inencontrable que, por lo
que ha llegado a mis oídos, el ejemplar que de esa publicación se exhibía en la
muestra que el CCCB dedicó a Ballard en 2008 no era del tiraje original, sino de
una reedición algo posterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Solo a título de curiosidad, y por hacerme también una idea
algo más precisa del grado de mitificación real de la publicación, he indagado
en la red a cuánto se cotiza una copia en buen estado del primer tiraje de la
monografía que Re/Search dedicó a Ballard en 1984. Ni más ni menos que a 150
dólares. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">No tengo intención ninguna de desprenderme de ese hallazgo. Por
si alguna vez se confirmara que soy “el hombre destinado a sus símbolos” —todo puede
ser—, lo añadiré a mi humilde biblioteca y quedará depositado en la librería
inclusa donde pongo los libros abandonados que he sacado del torrente. El río
infernal que va al molino de papel.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-ADmMewlRWHU/VqUBWcqsmAI/AAAAAAAABXI/c9LUv7WO66g/s1600/15_01_2016_2598_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="263" src="http://4.bp.blogspot.com/-ADmMewlRWHU/VqUBWcqsmAI/AAAAAAAABXI/c9LUv7WO66g/s400/15_01_2016_2598_001.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Índice y página de créditos del mencionado doble número de Re/Search,</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;">†<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-15922877386083921192016-01-17T04:08:00.000-08:002016-01-17T09:10:20.276-08:00BIBLIOTECA BOWIE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-cgYenB7Ndpc/Vpt8RF0sD7I/AAAAAAAABV8/8rEhlVFGuGY/s1600/David%2BBowie%2BII.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="307" src="http://3.bp.blogspot.com/-cgYenB7Ndpc/Vpt8RF0sD7I/AAAAAAAABV8/8rEhlVFGuGY/s400/David%2BBowie%2BII.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Un ejemplo de bibliofilia pop a cargo de <i>La Estampa Indeleble</i>. (Colección particular).</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Como no podía ser menos, la necrológica con mayúsculas y el </span><i style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">trending
topic</i><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"> de los decesos en lo que va de año ha sido el inesperado tránsito de Mr.
David Bowie. Además del ingente alud de artículos que se han publicado estos
días al respecto, es de prever que los próximos meses nos traigan, con los conciertos
de homenaje, las reediciones y el inevitable repunte del </span><i style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">merchandising</i><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">, otro
aluvión de artículos de mayor calado, de biografías más o menos autorizadas y repasos
pormenorizados de la compleja figura del maestro y su legado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> No está uno sentado aquí ante el ordenador solo para loar al
finado —aunque también, por supuesto— y echar más leña al fuego de esa
actualidad, sino principalmente para aprovechar su tirón publicitario y dar a
conocer nuestra Biblioteca Bowie, nuestra colección La Estampa Indeleble y en
definitiva toda esa actividad que llevamos entre manos de manera casi
clandestina, y que tan necesitada de promoción está.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Ya que no es momento ni lugar para volver sobre lo andado,
remito a los interesados a la entrada del 7 de diciembre de 2012 de este mismo
blog, donde dimos a conocer la colección y ya se pudo ver entre otros, si bien
en su primera versión, el primero de los ejemplares de la mencionada Biblioteca
Bowie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-QXU6VtCBJc4/Vpt8nvasybI/AAAAAAAABWE/rUO-32n1mRs/s1600/David%2BBowie%2BV.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="http://4.bp.blogspot.com/-QXU6VtCBJc4/Vpt8nvasybI/AAAAAAAABWE/rUO-32n1mRs/s400/David%2BBowie%2BV.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Otro ejemplo de bibliofilia pop a cargo de <i>La Estampa Indeleble</i>. (Colección particular)</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Trucar viejas publicaciones que nadie quiere y hacerlas pasar,
con bastante morro y toda la liturgia de la mística editorial, por ejemplos
eximios de alta bibliofilia pop. A esa oscura y algo delictiva tarea llevamos
dedicados ya unos cuantos años. Uno de nuestros solistas preferidos, al que una
y otra vez hemos vuelto a coger prestados títulos de canciones y elepés para
nuestros propósitos impuros, ha sido David Bowie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Trabajar con el legado de terceros es siempre una
responsabilidad, que en el caso de Bowie, y por razones obvias, se hace algo
intimidante. No sabría decir si los trucajes de algunos de sus himnos son de
los más conseguidos de toda la colección, pero sí que están entre los más
calibrados y sopesados. También son —por qué no decirlo— de los que mejor hemos
vendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Lo de menos es que esta Biblioteca Bowie sea prueba de que
también en nuestro caso el influjo de su talento ha sido evidente. Lo que
cuenta es que sus discos llevan décadas sonado con asiduidad en nuestro taller.
Esa fidelidad es de ley, y no está sujeta a mudanza ni sobresalto. Vamos a
seguir pinchándolo como si nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-OfE6V_zSDgE/Vpt9Aetg75I/AAAAAAAABWM/2GbdpRTGWQE/s1600/David%2BBowie%2BI.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="http://2.bp.blogspot.com/-OfE6V_zSDgE/Vpt9Aetg75I/AAAAAAAABWM/2GbdpRTGWQE/s400/David%2BBowie%2BI.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Más ejemplos de bibliofilia pop, siempre a cargo de <i>La Estampa Indeleble,</i><br />una colección de De La Pulcra Ceniza, ediciones.</span></td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-qn_Nezn-r5A/Vpt9BtzzUtI/AAAAAAAABWY/SOlAgjstKDI/s1600/David%2BBowie%2BIII.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="http://4.bp.blogspot.com/-qn_Nezn-r5A/Vpt9BtzzUtI/AAAAAAAABWY/SOlAgjstKDI/s400/David%2BBowie%2BIII.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-ZL0ZEh4eNBU/Vpt9BeY6wkI/AAAAAAAABWU/GnbzHD4vPO4/s1600/David%2BBowie%2BIV.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="http://1.bp.blogspot.com/-ZL0ZEh4eNBU/Vpt9BeY6wkI/AAAAAAAABWU/GnbzHD4vPO4/s400/David%2BBowie%2BIV.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;">Indice</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;">BOWIE,
David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt;">Ashes
to ashes<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Publicación soporte:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 12.5pt;">Libro
de primera comunión<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Barcelona, 1957<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;">BOWIE,
David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt;">Diamond
dogs<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Publicación soporte:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.5pt;">DALMAU,
José</span></b><span style="font-size: 12.5pt;">.<i> Resumen de las lecciones de aritmética</i>,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Girona: Dalmau-Carles Pla, editores,
1945.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;">BOWIE,
David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt;">Hunky
dory<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Publicación soporte</span><span style="font-size: 12.0pt;">:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.5pt;">MUÑOZ
SECA, Pedro</span></b><span style="font-size: 12.5pt;">.<i> La venganza de don Mendo</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Madrid: Afrodisio Aguado, 1924.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt;">BOWIE, David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt;">Scary monsters<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Publicación soporte:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 12.5pt;">Llibre d’oracions de sobretaula<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Barcelona, 1908<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="EN-US" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: EN-US;">BOWIE, David<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span lang="EN-US" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: EN-US;">The rise and fall of Ziggy
Stardust & the spiders from Mars<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Publicación soporte:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.5pt;">RUBIO,
Mariano</span></b><span style="font-size: 12.5pt;">.<i> La guerra moderna </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;">Barcelona, Sucesores de Manuel Soler, editores</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-54804666677399148352016-01-05T12:09:00.000-08:002016-01-06T14:01:01.277-08:00VACACIONES EN "THE RIVER"<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-NFX6zT7IkcY/VowW0P7FOHI/AAAAAAAABTc/GNf73zTaLY8/s1600/ALBA%2BIII%252C%2B2016%2B067.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-NFX6zT7IkcY/VowW0P7FOHI/AAAAAAAABTc/GNf73zTaLY8/s400/ALBA%2BIII%252C%2B2016%2B067.JPG" width="256" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Bataille, un intruso en el género de la autoayuda...</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ha ocurrido con tanta frecuencia, tiene uno ya tan arraigado
pasar las vacaciones trabajando, que el despilfarro de ocio que supone —como si
sobrara— no lo percibo como excepción pasajera o moratoria eventual de la
costumbre de vacacionar y haraganear cuando toca. Más bien ha ocurrido que el
hábito de quedarme trabajando el mes de agosto se ha hecho tan predecible, que
tiene ya categoría de eso que los juristas denominan “costumbre inveterada”, otra
manera de decir que de hábito arraigado ha pasado a tener rango de norma a
seguir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Hacer leña del mes de vacaciones, quemarlo alegremente sin
descanso alguno y despilfarrarlo por entero trabajando son otras
maneras de gastar suntuosamente sin miramientos y por encima de mis
posibilidades ocio puro, algo de lo que no voy muy sobrado. Cuando a uno le da
por pensar que ha malgastado las vacaciones trabajando en vez de “tumbar mulatas” que decía el poeta, lo mejor es ir a la biblioteca y echar mano de <i>La parte maldita </i>de Georges Bataille.
Mano de santo en estas ocasiones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Los gastos suntuosos y la dilapidación de excedentes escasos y valiosos serían, según Bataille, otras tantas maneras de emular y
congraciarnos con la naturaleza, cuyo brío demencial despilfarra y
malversa el lujo de la vida sin contención que valga y sin atisbo ninguno de lo
que pudiera ser el ahorro o la noción de gasto a recuperar, normas básicas de
nuestra economía miope, alicorta y divorciada del universo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La alquimia de la lectura tiene tal capacidad de persuasión,
que de estar algo alicaído por pensar que ha desperdiciado el ocio sagrado, vía
Bataille pasa uno a identificarse con el salvaje que sacrificaba recuas de caballos purasangre a la hoguera sin ley de la naturaleza derrochadora y pródiga.
Así de sencillo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Como no podía ser menos, el pasado mes de agosto me quedé en
Barcelona ultimando una serie de libros tuneados, en los que había venido
trabajando desde junio. El conjunto —unas veinte piezas, de las que se
descartarían cinco o seis— estaba destinado a la exposición que tendría lugar
en octubre en una librería de Milán; exposición que se aplazó y que de momento
continúa aparcada en ese limbo incierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Uno de los trabajos
que se descartó fue <i>The River</i> de
Bruce Springsteen, tuneado sobre un ejemplar de <i>Llegendes de Nadal </i>de Georges Denôtre editado en Barcelona, sin
especificar el año, por Edicions de l’Arc de Barà. Aunque yo diría que estaba
entre los más logrados, lo cierto es que, contra todo pronóstico, el librero lo
desestimó y quedó desligado de la exposición; descartado pero disponible. El
pasado mes de noviembre nos lo compró un seguidor de Bruce Springsteen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-ycp-VNjvtRU/VowXqQkbkKI/AAAAAAAABTk/jFVtaKa1zbw/s1600/ellis%2Bbierbar%2B059.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="http://1.bp.blogspot.com/-ycp-VNjvtRU/VowXqQkbkKI/AAAAAAAABTk/jFVtaKa1zbw/s400/ellis%2Bbierbar%2B059.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Libro recuperado y manipulado para nuestra colección <i>La estampa indeleble</i>.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> La entrada de
liquidez que ha supuesto esa venta me ha obligado a reconsiderar mi relación
con Bataille y a relativizar la validez de <i>La
parte maldita</i> —mano de santo en tantas ocasiones— como libro de autoayuda. Y
es que todo eso del derroche incondicional del excedente de ocio en una causa perdida
está muy bien. Pero resulta que la causa puede que no estuviese tan perdida, que
hay mercadeo y una entrada de dinero que lo expulsa a uno de la épica del
gasto cósmico y lo inserta nuevamente en el redil de la economía a escala
humana, a la que uno vuelve como a su cama después de pasar la noche al raso
con lo puesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Entiendo que la lección
a extraer del caso es que ha de seguir uno recurriendo a <i>La parte maldita</i>, por
supuesto, pero con la precaución de cerrar el libro de vez en cuando y, a la
manera de un mantra, musitar un eslogan algo sobado pero ideal para hacer de
contrapeso: “La economía, estúpido”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-2TVHj5zMdJs/VowYCrD7JqI/AAAAAAAABTs/nMoqStYY-MU/s1600/12_11_2015_2028_001%2B%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="http://2.bp.blogspot.com/-2TVHj5zMdJs/VowYCrD7JqI/AAAAAAAABTs/nMoqStYY-MU/s400/12_11_2015_2028_001%2B%25281%2529.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Portada de <i>LLegendes de Nada</i>l, el libro intervenido.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-PGiuWctJy8Q/VowYHOae4NI/AAAAAAAABT0/Y7GMlPFa4Og/s1600/12_11_2015_2027_001%2B%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="290" src="http://2.bp.blogspot.com/-PGiuWctJy8Q/VowYHOae4NI/AAAAAAAABT0/Y7GMlPFa4Og/s400/12_11_2015_2027_001%2B%25281%2529.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Guardas traseras con la etiqueta que acredita nuestra fechoría.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-92183041586421146862015-12-27T12:37:00.000-08:002015-12-28T14:18:35.419-08:00MACBETH O EL CARNICERO DE LAS HIGHLANDS<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-TZb9OO23qKw/VoBB0j-KwLI/AAAAAAAABSU/9ZDRxfFMQV8/s1600/macbeth-2015-cartel1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-TZb9OO23qKw/VoBB0j-KwLI/AAAAAAAABSU/9ZDRxfFMQV8/s400/macbeth-2015-cartel1.jpg" width="281" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">El <i>Macbeth</i> de siempre en la versión de hoy.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-J87kgnVw3N0/VoBB1SYOeoI/AAAAAAAABSg/wsh-jFgHFFc/s1600/trono-de-sangre-original.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-J87kgnVw3N0/VoBB1SYOeoI/AAAAAAAABSg/wsh-jFgHFFc/s320/trono-de-sangre-original.jpg" width="274" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">El <i>Macbeth</i> de siempre en versión "japo", con samuráis y todo eso...</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Con apenas diez o doce días de diferencia he visto en la sala
misma sala de proyección —la C del cine Verdi Park—, y yo diría que hasta en la
misma butaca, dos versiones de <i>Macbeth</i>:
la legendaria <i>Trono de sangre</i> de
Akira Kurosawa y una adaptación muy reciente de Justin Kurzel, <i>Macbeth</i>, que se acaba de estrenar y
llega con el propósito de abrirse un hueco entre las versiones de aquel drama, y
de paso hacer algo de taquilla, que nunca viene mal. Si a ese doblete le añado
que ya tengo entrada para <i>Rey Lear</i> a
mediados del próximo enero en el Teatre Lliure, podría decirse que estoy
pasando por un “momento Shakespeare”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Releer a Shakespeare cámara en mano y reemplazar el telón de
boca, el foso del apuntador y las bambalinas del teatro por el campo abierto es
lo que <i>grosso modo</i> y cada uno a su
manera hacen Kurosawa y Kurzel. Yo diría que los resultados de ambos adolecen
de lo que, salvo no pocas excepciones, suele decirse de películas basadas en
obras literarias: que el libro es mejor; y cuando, como es el caso, va firmado por
Mr. Shakespeare no es que el libro sea poco o mucho mejor, sino que juega en la
división preferente de las obras capitales que ha dado la pluma a esta civilización,
y es ley de vida que el celuloide se quede por debajo de la excelencia de una
obra que planea a esa altura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Ninguna de las dos películas es un vertido literal del pasmoso
aparato verbal del drama original. En el caso de <i>Trono de sangre</i>, el trueque del escenario teatral por la intemperie
es radical y chocante, ya que el nuevo encuadre geográfico y cultural se desplaza hasta el
Japón asolado por las guerras feudales. Kurosawa se permite todo tipo de
licencias y nos larga un exótico <i>Macbeth</i>
“a la japonesa” con samuráis, fortalezas con los tejados volados, libaciones de
sake y una lady Macbeth de rostro blanqueado con polvos de arroz que urde
crímenes bajo un kimono de seda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Aunque Kurosawa se limite a volcar en su molde el esquema elemental
del drama original, se desentienda de los diálogos y modifique,
omita y hasta traicione a Shakespere allí donde le parece conveniente para sus
propósitos; incluso después de cometer todas esas tropelías sobre uno de los
textos sagrados de occidente, el resultado sigue siendo a día de hoy, a decir
del exégeta máximo del vate inglés, Harold Bloom, el mejor <i>Macbeth</i> que ha dado el séptimo arte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La película es, efectivamente, bastante memorable; y es que
aparte de ser un <i>Macbeth</i> indudable
aunque esquemático, amarillo, exótico y hasta algo marciano, no deja de ser un
Kurosawa que abunda en planos de gran destreza plástica, en secuencias magníficas
de jinetes perdidos en la niebla, movimientos de tropas, diluvios de flechas
filmados como nunca</span><span style="line-height: 115%;"> </span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">antes y demás distintivos de ese lenguaje inconfundible que
hizo de él un cineasta de referencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-0fjs7glWgjI/VoBCx1s4m-I/AAAAAAAABSo/OJk9gId3zRw/s1600/isuzu-yamada-trono-de-sangre1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="280" src="http://4.bp.blogspot.com/-0fjs7glWgjI/VoBCx1s4m-I/AAAAAAAABSo/OJk9gId3zRw/s400/isuzu-yamada-trono-de-sangre1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Isuzu Yamada, la lady Macbeth del Imperio de Sol Naciente.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Dirigido por Justin Kurzel, el <i>Macbeth</i> que se acaba de estrenar no es un calco del original, pero lo adapta con bastante fidelidad y respeta la mayor parte de los diálogos y
monólogos que hacen de ese drama una de las cumbres del teatro isabelino y un espejo implacable de lo
que podemos llegar a ser bajo el imperio cárdeno de la sangre puesta al
servicio de la ambición. La mano de azogue de ese espejo la dio en su día y en cinco
actos Mr. William Shakespeare, y ahí sigue desde entonces: inasequible, ruda,
hermosa, eterna perorata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Kurzel saca a <i>Macbeth</i>
de las tablas del escenario, lo coloca en el baldío escocés y añade así una
dimensión más —de la que obviamente el drama original puede prescindir sin
mayor menoscabo— a lo que ya de suyo tiene una dimensión inabarcable: le añade
la dimensión épica del paisaje panorámico de las Highlands con sus nieves casi perpetuas,
sus bancos de niebla, su frío cortante y sus ventiscas. El exterior de <i>Macbeth</i>, que el texto original deja
únicamente entrever en una serie de secas acotaciones que indican dónde
transcurre la acción al comienzo de cada acto —“una explanada”, “un brezal”,
“Inverness”—, queda al norte de las cumbres borrascosas donde Emily Brönte
sitúa su novela homónima. Y si la mediana de las Brönte se apresura y ya en la
cuarta línea de su novela describe aquellas latitudes como “semejante
desolación”, no cabe duda que las frías soledades y los pedregales ariscos que
hay más al norte son el marco geográfico adecuado para localizar las panorámicas de un drama
nihilista cuyo actor principal no tiene reparos en definir la vida como “una
historia contada por un idiota, llena de ruido y de furia, que no significa
nada”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> El papel del paisaje y la meteorología son tan abrumadores en
esta película, sobrepasan con tanta autoridad la cualidad de proscenio teatral
agrandado para la ocasión, que sin duda se integran en la obra no ya como mero
decorado, sino como una más de las personas del drama. La credibilidad del
factor intemperie y la decisiva circunstancia de que la película se haya rodado
en paisajes agrestes y en pleno invierno, le confieren una autenticidad
claramente perceptible en algo tan indispensable para el cine de verdad como es
la ambientación y la localización de exteriores. Entre otras carencias mucho
peores, que ahora no viene a cuento enumerar, precisamente esa veracidad es la
que falta, por ejemplo, en la reciente <i>Nadie
quiere la noche</i> de Isabel Coixet, película de ambientación ártica pero que
ni por asomo logra convencernos de que estemos por encima del Círculo Polar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Además de todo eso, está, por supuesto, Michael Fassbender,
que no tengo ni idea de si quedará como un Macbeth de referencia, o por el
contrario se lo llevarán rápidamente al olvido la ventolera de las Highlands y
la rotación vertiginosa de la actualidad, pero que a mí me convence. Lo veo
perfectamente aclimatado a la ferocidad de alguien capaz de embalarse por un
tobogán de carnicerías; muy capaz, de hecho, de aviar a cualquiera con esa
solvencia de matarife con que lo describe Shakespeare: “…lo descosió del
ombligo a la quijada y colgó su cabeza en las almenas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Bien diferente es la impresión que me ha dejado el trabajo de
Marion Cotillard, que es voluntariosa y pone de su parte, pero que no me
levanta del asiento. Seguramente el problema está en mí, y no en la calidad de
su interpretación. Me explico: en lo que respecta a ese personaje, tiene uno el
poso ya muy trabajado por la imaginería romántica de los Blake, Fuseli & Co., que perfilaron una lady Macbeth como mujer del montón, sombría siempre y
con la faz historiada por el insomnio y un rictus de locura incipiente. Y
cuando, como es el caso, se ha interiorizado el personaje con ese aspecto y
revestido de esos atributos demenciales, es poco probable que alguien en todo
momento tan hermosa y con un aspecto tan saludable, evanescente y parisino como
la Cotillard logre que uno se la crea en un papel con un final tan mórbido y
enfermo. Esa es quizá una de las grietas de la película: la falta de relieve de
lady Macbeth, que no solo desciende a la demencia sin que merme la tersura de
su cutis, sino que al fulminar el guión una buena parte del comienzo del
segundo acto —supongo que por imperativos de duración y metraje—, nos priva de oírla en un brevísimo comentario
que da cuenta de su verdadera catadura como mujer resuelta y de acción: como
quiera que su marido, de vuelta ya de haber matado a Duncan, le refiera lo que le parece haber oído delirar a la guardia sumida en un sopor de adormidera y vino, lady Macbeth lo
corta y le espeta un comentario justamente famoso que ha traspasado como un estilete verbal la carne de los siglos: “No caviles tanto”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-c65eVsE-VwE/VoBD4gcoYFI/AAAAAAAABS4/t89iY0-ApCY/s1600/brujas%2Bde%2Bmacbeth.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="http://1.bp.blogspot.com/-c65eVsE-VwE/VoBD4gcoYFI/AAAAAAAABS4/t89iY0-ApCY/s400/brujas%2Bde%2Bmacbeth.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Las brujas en la adaptación de <i>Macbeth</i> de ahora mismo.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-5726915668769578742015-12-24T08:50:00.000-08:002015-12-30T14:49:39.149-08:00DIBUJANDO CON INGRES<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-fWlkrcPQInk/VnwWT5WyJEI/AAAAAAAABQ0/-FpHcPHQR2Q/s1600/Ingres-Madame-Jean-Auguste-Dominique-Ingres-born-Madeleine-Chapelle4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-fWlkrcPQInk/VnwWT5WyJEI/AAAAAAAABQ0/-FpHcPHQR2Q/s400/Ingres-Madame-Jean-Auguste-Dominique-Ingres-born-Madeleine-Chapelle4.jpg" width="291" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Madame Ingres dibujada por su esposo. Ejemplo cabal del dibujo entendido como "probidad del arte".</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Si no recuerdo mal —aunque es posible que me equivoque—, creo
que fue Donal Judd quien, en una bravata sentenciosa y más o menos
apocalíptica, dijo que “el arte como representación está acabado”. Si bien
tengo mis dudas respecto a la autoría de ese <i>dictum</i>, no tengo ninguna respecto a que fue Ingres quien de manera
harto hermosa, delicada y al mismo tiempo exigente afirmó —en una expresión de
contenido y temperatura vital diametralmente opuestos a los de Judd— que “el
dibujo es la probidad del arte”, cabe decir la honradez y el recto obrar con un
lápiz en la mano en lo que se refiere no ya a mera representación, sino a fidelidad
cumplida y adecuación entre el modelo natural y su plasmación sobre el papel.
Cuando se es Ingres, la probidad del lápiz es máxima y no solo da exacta y minuciosa
cuenta de las proporciones y el parecido del modelo, sino que el probo
instrumento del maestro penetra más allá de la cáscara visible y es también
capaz de hacer que la línea hable y deje entrever los rudimentos de la vida
psíquica que hay detrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Aunque como artista deudor de mi tiempo cabría esperar que rindiera
algún tipo de pleitesía y de respeto debido más a Judd que no a Ingres —esa
noble y gélida antigualla—, lo cierto es que mi gusto se inclina en sentido
inverso. El amor es ciego, pero el deseo —y también el gusto— no. Entiendo que uno ha de seguir su propio camino del corazón
aunque sea a costa de pasar por inactual, trasnochado, poco informado y, lo que
es peor, con poca o ninguna retina para el arte penúltimo y, por consiguiente,
tampoco para el último. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> El tiempo ha venido a demostrar que si bien el tono
apocalíptico de su afirmación iba en la dirección correcta, Judd se quedó corto
en lo que respecta al verdadero alcance del agotamiento del arte, que él
sanciona y atribuye únicamente al figurativo o de representación, pero que en
realidad, y según algunos de sus más conspicuos estudiosos, afectaría a la
totalidad del arte, que a estas alturas sería ya puro fiambre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-S8Br5iOy63M/VnwYDjKOyeI/AAAAAAAABRA/sZ_RLYnVxKU/s1600/donald%2Bjudd.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="245" src="http://1.bp.blogspot.com/-S8Br5iOy63M/VnwYDjKOyeI/AAAAAAAABRA/sZ_RLYnVxKU/s400/donald%2Bjudd.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Donal Judd rodeado de sus acólitos y pontificando acerca del fiasco del arte como representación. N.Y. 1974.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Además de ser grado cero del arte y cimiento básico sobre el
que inevitablemente se ha de construir, atributos que ya tenía, Ingres otorga
al dibujo el cometido capital y cargo de máxima responsabilidad ética de ser
también modelo de honradez y recto obrar. Y ese era mucho cargo para el humilde
dibujo. No en el caso de Ingres, ya que él predicaba con el ejemplo y su dibujo
es, efectivamente, no solo la probidad sino también la divina prueba del nueve
de toda su obra, pero sí en el caso de artistas de menos talento y sobre todo
de menos solvencia técnica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Aunque todavía queda quien lo sigue empleando en clave de
máxima exigencia —Antonio López es uno de ellos—, lo cierto es que hoy día al
dibujo se le ha aligerado de toda aquella responsabilidad con la que cargaba en
los tiempos de Ingres. Al dibujo ya no se le exige como antes, y por descontado
que lo raro y verdaderamente poco usual es que en estos tiempos de relativismo
ético —amén de estético— se le exija, como quería Ingres, una ética de mínimos encarnada
en la honradez, el recto obrar o algo similar. Son, ya digo, otros tiempos y
otras maneras de entender, practicar y afrontar el dibujo, el grado cero del
arte como representación entendida a la vieja usanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Todo ese preámbulo viene a cuento de que yo también dibujo; es
más, una buena parte de mi escasa producción se la lleva <i>Libro del sábado</i>, una sola y extensa obra compuesta de sesenta
dibujos a lápiz de grafito sobre losas de mármol; trabajo complejo y de cierta
amplitud —ocupa una superficie de unos 45 m2— que me ocupó de 1998 a 2014 y que
expuse, junto a una buena parte del resto de mi producción, en el Espai Betúlia
en la primavera de ése año.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Traigo aquí algunas muestras de ese conjunto espigadas al
azar y su correspondiente apunte previo, extraído de uno de mis cuadernos de
trabajo del año 2000. Digo apunte previo ya que es evidente que se trata de una
mera anotación esquemática que para mí es suficiente, pero que nada tiene que ver
con el boceto o el estudio preliminar trabajado —que yo no suelo acometer—,
géneros menores o de apoyo en la época Ingres y soberbia fábrica donde el
maestro doma la línea y la hace hablar, con gracia y limpieza, de una pasmosa epifanía:
la del asombroso parecido. Ese misterioso fenómeno —que uno ha convocado una y
otra vez con desiguales resultados, como aquí se ve— es el que, cuando se
logra, otorga todavía al dibujo la gravedad y la nobleza simple que implica
ser, aunque ya no se lleve, “la probidad del arte”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-golNvXRGj5E/VnwZp5HwITI/AAAAAAAABRQ/AQrLqyp08Fo/s1600/04_12_2015_2287_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="296" src="http://4.bp.blogspot.com/-golNvXRGj5E/VnwZp5HwITI/AAAAAAAABRQ/AQrLqyp08Fo/s400/04_12_2015_2287_001.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Dqj_oU_GJas/Vnwac4ExnaI/AAAAAAAABRs/O5Ge0AeVD3o/s1600/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B047.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-Dqj_oU_GJas/Vnwac4ExnaI/AAAAAAAABRs/O5Ge0AeVD3o/s400/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B047.jpg" width="363" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Apunte previo (arriba) y dibujo final. <i>Libro del sábado</i>, lámina nº 33. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">© Juan Miguel Muñoz, 2001</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-N2Yz0oa38NE/VnwZpxzQKMI/AAAAAAAABRU/l_0kG1zWkuA/s1600/04_12_2015_2280_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="301" src="http://2.bp.blogspot.com/-N2Yz0oa38NE/VnwZpxzQKMI/AAAAAAAABRU/l_0kG1zWkuA/s400/04_12_2015_2280_001.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-y3krUv8kQDg/Vnwa59SHyeI/AAAAAAAABR0/f5AAykMMnGM/s1600/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B027.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-y3krUv8kQDg/Vnwa59SHyeI/AAAAAAAABR0/f5AAykMMnGM/s400/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B027.jpg" width="305" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Apunte previo (arriba) y dibujo final. <i>Libro del sábado</i>, lámina nº 17. </span>
<br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">© </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Juan Miguel Muñoz, 2000.</span> <br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-oY08EZyRrBQ/VnwZp9Ma6JI/AAAAAAAABRM/wR7UwOZwX9s/s1600/04_12_2015_2288_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="http://4.bp.blogspot.com/-oY08EZyRrBQ/VnwZp9Ma6JI/AAAAAAAABRM/wR7UwOZwX9s/s400/04_12_2015_2288_001.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-7zWHDChwPNA/VnwbBrJVZ9I/AAAAAAAABR8/RKsL3j7aKr4/s1600/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B038.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-7zWHDChwPNA/VnwbBrJVZ9I/AAAAAAAABR8/RKsL3j7aKr4/s400/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B038.jpg" width="383" /></a><br />
<br /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Apunte previo (arriba) y dibujo final. </span><i style="font-size: medium;">Libro del sábado</i><span style="font-size: small;">, lámina nº 37.</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: small; line-height: 115%;">© Juan Miguel Muñoz, 2004.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-aMXjDv0U1cI/VnwZryQyPyI/AAAAAAAABRk/Gk_ZKBOfI6g/s1600/04_12_2015_2290_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="295" src="http://4.bp.blogspot.com/-aMXjDv0U1cI/VnwZryQyPyI/AAAAAAAABRk/Gk_ZKBOfI6g/s400/04_12_2015_2290_001.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-RTzQnaUhpm0/VnwbUgCNXiI/AAAAAAAABSE/Aw-k7uFdalU/s1600/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="261" src="http://1.bp.blogspot.com/-RTzQnaUhpm0/VnwbUgCNXiI/AAAAAAAABSE/Aw-k7uFdalU/s400/LIBRO%2BDEL%2BS%25C3%2581BADO%2B006.jpg" width="400" /></a><br />
<br /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Apunte previo (arriba) y dibujo final. </span><i style="font-size: medium;">Libro del sábado</i><span style="font-size: small;">, lámina nº 51</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small; line-height: 115%;">© Juan Miguel Muñoz, 2002.</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-64030171946534961872015-11-15T14:42:00.000-08:002015-11-20T11:06:55.020-08:00EDITAR EN INVIERNO (1): MARCA DE TIEMPO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-Tw92fKEj0hk/Vkj9JtxsaPI/AAAAAAAABQA/gGe-1NnAE7k/s1600/10_11_2015_1999_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="352" src="http://2.bp.blogspot.com/-Tw92fKEj0hk/Vkj9JtxsaPI/AAAAAAAABQA/gGe-1NnAE7k/s400/10_11_2015_1999_001.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"><i>Teatrillo Tiquismiquis,</i> © 2014, Almudena Maestro</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Nos complace informar de que tras una larga moratoria que ha
durado prácticamente lo que va de año, hemos retomado la actividad y trabajamos
de firme en la reedición del tercer número de Libros De La Micronesia, nuestro
primer y único <i>best seller,</i> que
publicamos en el ya lejano 1999. Si la onda expansiva de aquella edición, que
tuvo una influencia decisiva en la trayectoria inicial de este humilde proyecto
editorial, pasó y se esfumó para siempre, el adorable fantasma de aquel
fenómeno nunca se ha retirado de nuestros sueños de editores modestos. Para más
información acerca de aquella edición (fabricación, publicación, anecdotario),
remitimos a <i>nerds</i>, mitómanos y fans de De La Pulcra Ceniza —si los hubiere— a
la entrada de diciembre de 2011 en este mismo blog <i>Nuestro primer best seller</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Los escasos 101 ejemplares de que constaba la edición se
agotaron en unos meses, y desde entonces es publicación descatalogada y
prácticamente inencontrable. Nosotros nos quedamos unas pocas unidades que nunca
hemos querido vender y llevamos, con el resto de nuestro catálogo al completo,
a cada edición de Arts Libris, donde año tras año hemos venido constatando que
todavía gustan y siguen teniendo mercado potencial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Esa demanda latente fue uno de los factores que tuvimos muy
en cuenta —a qué negarlo— cuando nos planteamos editar de nuevo el tercer
número de Libros De La Micronesia, una colección de publicación objeto, de
tiraje restringido y numerado de ejemplares únicos e irrepetibles que nunca
reedita ninguna de sus ediciones, por coherencia y respeto para con las reglas
del juego. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Y eso es precisamente lo que hemos hecho: acatar las reglas
del juego y no limitarnos a despachar una mera reedición aproximada sino abordar
un proyecto mucho más ambicioso: una nueva edición corregida, ampliada,
apostillada e ilustrada para la ocasión. Un nuevo tercer número de Libros De La
Micronesia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-AHQWMSBfHXc/Vkj-3-Twh9I/AAAAAAAABQQ/4kR4CcSRSx0/s1600/30.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="286" src="http://4.bp.blogspot.com/-AHQWMSBfHXc/Vkj-3-Twh9I/AAAAAAAABQQ/4kR4CcSRSx0/s320/30.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada del nº 3 de Libros De La Micronesia. 1999, De La Pulcra Ceniza.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-wgvFJn56CG8/Vkj-_6kxkjI/AAAAAAAABQg/jPfFA6Ii2PA/s1600/35.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="212" src="http://4.bp.blogspot.com/-wgvFJn56CG8/Vkj-_6kxkjI/AAAAAAAABQg/jPfFA6Ii2PA/s320/35.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El nº 3 abierto y desplegado</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Jy274x_PUJo/Vkj--PSnuaI/AAAAAAAABQY/Czx7MMjDIa0/s1600/36.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="282" src="http://4.bp.blogspot.com/-Jy274x_PUJo/Vkj--PSnuaI/AAAAAAAABQY/Czx7MMjDIa0/s320/36.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Contraportada del nº 3</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo cierto es que hacer una reedición cabal de esa publicación
hubiese sido una empresa complicada por varios motivos: los tres modelos de
papel pintado de Laura Ashley que se emplearon ya no se fabrican, y tampoco los
almacenes centrales de la marca tienen stocks, remates ni rollos sueltos de
esos viejos estampados. Con la galleta ocurre más o menos lo mismo: la marca
Fontaneda sigue fabricando su famosa galleta María Tostada, pero ya no es
exactamente la misma que nosotros utilizamos en su día, sino algo más pequeña y
con un diseño ligeramente diferente. Aunque todavía es pronto para confirmarlo,
otro asunto con el que podríamos tener problemas es con la tipografía que en
su momento se utilizó para fijar el texto <i>El
oso de arenisca y la fuente tiquismiquis</i>, vieja y enigmática fuente de PC
cuyo paradero es de momento desconocido para los diseñadores que nos asisten, todos
ellos abducidos por la secta Mac y peleados por definición con todo lo
que sea entorno Windows. Con lo demás no hay problema: la caja transparente de
CD y los papeles blanco de seda y vegetal son productos estándar que se siguen fabricando
exactamente igual. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Reeditar esa publicación tal cual era complicado, como he
dicho, pero no imposible. Por descontado que hubiésemos podido realizar un
facsímil virtual, un doble exacto del tercer número de Libros De La
Micronesia. Pero era un recurso
carísimo, aburrido por lo previsible y sobre todo reñido con la particular
filosofía de De La Pulcra Ceniza, que por la época en que se hizo el tiraje
original apostaba preferentemente por la economía, la ligereza, la
espontaneidad y el echar mano de lo que había. Aunque la lógica evolución del
sello ha desdibujado con el tiempo esos requisitos, entendimos que la reedición
no debía faltar a los principios básicos que en su momento alumbraron esa curiosa
edición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Al factor demanda se sumó en su momento un hecho propicio y
muy oportuno que venía que ni pintado para justificar la nueva edición: en 2014 se cumplían quince años del lanzamiento
de la publicación original. Habían transcurrido como si nada tres lustros, y vimos en esa efeméride el momento ideal para
presentar el flamante nuevo tercer número de Libros De La Micronesia. Con esa
estrategia en mente nos pusimos manos a la obra a finales de 2013. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A día de hoy, constatamos que se esfumó
el factor propicio de la efeméride de los quince años, que hemos dilapidado bastante
tiempo y que todo apunta —ahora sí— a que será en la primavera de 2016 cuando
tendremos por fin lista la edición. Vamos con algo más de un año de retraso,
pero no se me antoja un dato preocupante sino todo lo contrario; diría que,
como la marca de agua en el papel, esas señales de divagación y retardo sobre
la fibra del tiempo que le hemos dedicado acreditan que es uno de nuestros trabajos; que, en un entorno editorial, social y vital
pervertido por la prisa, esa edición se ha elaborado con la cadencia, la demora, los
escrúpulos y el primor de siempre; que es genuina, auténtica y no lucirá en vano
el pie editorial que la acredite como publicación de De La Pulcra Ceniza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; padding: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Libros De La Micronesia, nº 3 / Nueva
edición 2016 <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; padding: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; padding: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Tripulación:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; padding: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Textos:</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> David
Aceituno, Carlos Ballester, Jordi Galli, Juan Miguel Muñoz, Ángel Pérez, Magela
Ronda y Héctor Sánchez <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ilustraciones:</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">
Almudena Maestro <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Diseño:</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">
Araceli Ramos <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Maquetación:</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">
Ángel Pérez <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Fotomecánica:</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">
Óscar Tomás</span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †</span><span style="font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-63159912149034952042015-11-07T15:10:00.000-08:002015-11-09T22:16:59.786-08:0020 LÍNEAS<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-iar-8nGjP7I/Vj5-r6tViUI/AAAAAAAABOw/RHGABn3vFrI/s1600/ethall.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://2.bp.blogspot.com/-iar-8nGjP7I/Vj5-r6tViUI/AAAAAAAABOw/RHGABn3vFrI/s400/ethall.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Procuro siempre dejar las tardes de los viernes para la deriva,
el vagabundeo ocioso y la caminata demorada y sin propósito alguno. Rectifico:
a decir verdad, propósito si hay, y no es otro que el de poner en práctica la
hermosa exhortación de Valéry: “Hay que reservarse tiempo para el espíritu.
Para el espíritu hace falta tiempo perdido”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Valéry está todavía ahí mismo, pero a la vez, y dicho sea con
todo respeto, es una antigualla, una reliquia de aquella bendita época que
todavía ―pero ya por poco― transigía de buen grado con la existencia de tiempo
improductivo, de ocio sin más. La nuestra ―la de la sociedad líquida y el tardocapitalismo
cínico y farmacopornográfico― es una época sombría incapaz de concebir el ocio como tal y por
separado del ajetreo consumista, o sea, como tiempo para la higiene del alma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> A eso tan delicado de ejercer el ocio para la
higiene del alma me quiero volver a dedicar, como decía más arriba, las tardes
de los viernes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span><br />
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La deriva de turno me condujo ayer hasta las callejas tardías
del Raval, y me hizo pasar, justo cuando conectaban la iluminación, por delante
de la galería etHALL. La exposición ya la había visto hacía semanas ―de hecho
hoy es su último día en cartel―, pero me pareció que no había casualidad
alguna, que la sala abría y se iluminaba para mi exclusivo deleite. Y entré a
ver de nuevo la muestra <i>20 líneas</i> del ilustrador Matt Madden. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-7uYV8SELa7c/Vj6AErUqpxI/AAAAAAAABO8/8DkijAhPJgk/s1600/Poster%2BETHALL.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="283" src="http://2.bp.blogspot.com/-7uYV8SELa7c/Vj6AErUqpxI/AAAAAAAABO8/8DkijAhPJgk/s400/Poster%2BETHALL.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Según indica el autor mismo en el pliego explicativo, esas "20
líneas" son una réplica gráfica a las veinte líneas de redacción que
practicaba a diario el escritor Harry Matthews ―su referencia directa―, quien,
a su vez, no hizo más que aplicarse y seguir el consejo de Stendhal de escribir
diariamente, “seas o no un genio”, un mínimo de veinte líneas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Es más que probable que a Stendhal nunca se le pasara por la
cabeza que con el paso del tiempo la porosidad de los lenguajes, las prácticas
transversales y las influencias entre las diferentes artes, convertidas hoy en
un solo vaso comunicante, harían que su conseja de escritor a escritor fuese literalmente
utilizada en el ámbito de las artes plásticas. Y es que Madden, que es
ilustrador, ha puesto en evidencia que la línea de escritura y la dibujada
podrían en cierto sentido ser equivalentes, y que el contenido semántico de la expresión “veinte líneas al día” es polisémico y de aplicación y provecho indistinto para
escritores y también para grafistas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Es muy significativo el comentario que Madden deja ir
respecto a la estrategia que hay tras esos ejercicios de línea y diga que su
objetivo era “profundizar en el dibujo, porque siempre tiendo más al
pensamiento estructural/lingüístico”. Creo que el comentario permite entrever
que, aunque sea autor de comics, Madden pertenece sin duda al ala pop de esa
hermandad de gente rara que, cuando se sienta ante la hoja en blanco, no sabe todavía
bien si es para escribir, dibujar y pintar o ambas cosas. La hermandad de los Blake,
Michaux, Sarduy, Lamborghini y Ullán, entre otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> La exposición me pareció una delicia en su día y me lo ha
vuelto a parecer en esta segunda visita. Según Madden, son meros ejercicios de rigor
e inventiva hechos a diario utilizando tan solo veinte líneas, pero sorprende
ver cómo con mimbres tan primarios y escasos es capaz de articular un
repertorio tan variado. Aunque su puesta en escena ―sobre el mismo tipo de
papel blanco, en idéntico formato y siempre con tinta negra― es de índole
serial, los resultados que obtiene son afortunadamente diversos y muestran un amplio
espectro de intereses que van de lo
gráfico a lo caligráfico e incluso a lo narrativo, en algunos de sus resultados
más elaborados y felices.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Y luego está, para rematar, la factura de la exposición, de
una sobriedad y delicadeza admirables. Los dibujos no se han enmarcado, se han
dejado tal cual sobre una discreta moldura blanca que apenas sobresale un
centímetro del plano de la pared y recorre, en uno o dos niveles, el perímetro
de la pequeña galería. Notable alto, sin duda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-cVAa82MJPDs/Vj8aAJKjdRI/AAAAAAAABPo/gP3_ooEXX_8/s1600/et%2Bhall.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="http://1.bp.blogspot.com/-cVAa82MJPDs/Vj8aAJKjdRI/AAAAAAAABPo/gP3_ooEXX_8/s400/et%2Bhall.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-YKB_H2AT75M/Vj6Ca9nz3GI/AAAAAAAABPQ/swSB49z3MhI/s1600/et-hall-20-lines%2B%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-YKB_H2AT75M/Vj6Ca9nz3GI/AAAAAAAABPQ/swSB49z3MhI/s400/et-hall-20-lines%2B%25282%2529.jpg" width="276" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-GIcYzmUpzcg/Vj6Ca1RsVvI/AAAAAAAABPI/RAmO1bbUiws/s1600/et-hall-20-lines%2B%25283%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-GIcYzmUpzcg/Vj6Ca1RsVvI/AAAAAAAABPI/RAmO1bbUiws/s400/et-hall-20-lines%2B%25283%2529.jpg" width="276" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-igOn8U0w1MY/Vj6Ca-JNzOI/AAAAAAAABPM/k_bmsF-hT3g/s1600/et-hall-20-lines.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-igOn8U0w1MY/Vj6Ca-JNzOI/AAAAAAAABPM/k_bmsF-hT3g/s400/et-hall-20-lines.jpg" width="288" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;">†</span><span style="font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-14752176817264930202015-11-01T10:18:00.000-08:002015-11-03T12:41:17.972-08:00ARTE REGENERADO<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-3gxEBjV0Lw8/VjZVFD6jbMI/AAAAAAAABOU/qKzF6ySX6FY/s1600/Mnac%2BDel%2Bsegon%2Borigen_252x252%2Bcast.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-3gxEBjV0Lw8/VjZVFD6jbMI/AAAAAAAABOU/qKzF6ySX6FY/s400/Mnac%2BDel%2Bsegon%2Borigen_252x252%2Bcast.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">De poco le ha ido que me quedase sin ver la exposición que,
bajo el título “<i>Del segundo origen</i>,
artes en Cataluña, 1950-1977”, ha permanecido en cartel desde el 2 de julio
hasta el 25 de octubre. La vi, como digo, por los pelos, ya que me dejé caer
por las espaciosas salas del MNAC el último
domingo de octubre, día de clausura de la muestra. Tuve, eso sí, la
precaución de ir temprano para evitar en lo posible las hipotéticas
aglomeraciones de día festivo y poder hacer el recorrido con la suficiente
demora y sin la molesta contaminación acústica de las visitas guiadas. Con
todo, a mi precaución de salir temprano vino a sumarse un descuido fortuito que
descubrí nada más entrar al metro: la noche anterior no había hecho el
preceptivo cambio de hora. Iba con una de adelanto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> No ya cuatro, sino solo tres fuimos los gatos que accedimos a
la exposición a la hora de apertura. Y sí: la vi muy a mis anchas y sin el
molesto tábano de las visitas guiadas. Así da gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La tarea de revisar un panorama cultural finiquitado y
cerrado, y escoger de entre sus actores y sus obras aquellos que se consideren
relevantes no es un mero ejercicio de museografía, sino una operación de
naturaleza artística llevada a cabo por comisarios y curadores, que aplican en
el ámbito de la cultura la ya célebre máxima del naturalismo acuñada por Émile
Zola: “Un fragmento de la naturaleza visto a través de un temperamento”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> “Un fragmento de la
cultura visto a través de un temperamento”, esa es la compleja fórmula que está
detrás de toda exposición dejada al cuidado de un curador. En este caso, la
complejidad inherente a cualquier operación de ese tipo ha tenido un plus de
complicación, ya que no cabe hablar de uno sino de tres temperamentos; y es
que, según el doble pliego explicativo que se ofrece con la entrada, son tres
los comisarios que están tras la selección de obras que componen el corpus de
la muestra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Mucho antes de que la industria editorial la manipulase para
el negocio y la transformase en el socorrido eslogan “Somos lo que leemos”, la
observación de que es la mirada la que verdaderamente nos nutre el carácter se
remonta a Plotino. “Somos lo que vemos”, dejó escrito el maestro. Sin poner
objeción alguna al aserto de tan venerable clásico, que damos por bueno, no es
menos cierto que la frase no pierde un ápice de veracidad si se la articula a
la inversa: vemos lo que somos, o sea, que miramos de la única manera posible:
con el temperamento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Que también para un curador sea ineludible mirar con el
temperamento no siempre explica por qué una exposición es como es, y menos una
como ésta, que por la estrategia museográfica que la ampara; el presupuesto con
el que ha contado; los fondos a los que se ha tenido acceso; el aparato teórico
que la sustenta y el magnífico catálogo que aporta —que se ha concebido como
obra de referencia y de consulta ineludibles—
deja bien patente su carácter de empresa compleja, discutida, calibrada,
pactada y poco porosa a los personalismos y las veleidades del temperamento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Yo diría que la panorámica que se ofrece de esos veintisiete
años de arte catalán no es “una opción neutral y libre de lecturas”, como
sostienen los curadores en el texto de presentación, ni es del todo cierto que
la exposición no establezca ninguna tesis en concreto, como también se dijo el
día de la presentación. Entiendo que la selección de los artistas —son todos
los que están, pero no están todos los que son, o fueron, para hablar con propiedad—
y los escrúpulos, preferencias y minuciosos cotejos en la selección de obras
son todas ellas maniobras hechas a través de un temperamento tripartito pero
con una sola intención y muy clara: ofrecer una versión de los hechos y
avalarla con un importante catálogo que le otorgue validez de tesis.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Es evidente que de la revisión de esos veintisiete años de
arte catalán —un fenómeno muy localizado, de pequeñas dimensiones y con una
reducida nómina de artistas, galerías, grupos y movimientos— no puede salir una
ingente cantidad de versiones, que a buen seguro serían muy parecidas entre
ellas. Lo que defiendo aquí es que por nimias que fueren las diferencias en la
selección de obras y su disposición, supondrían, con todo, ligeras pero
importantes modificaciones en gradaciones, énfasis y ritmos del significante,
lo que sin duda acarrearía levísimas matizaciones de sentido, significado y
discurso. Toda esa red de diferencias microscópicas entre una muestra y otra las
convertiría a cada una de ellas en exposiciones únicas de entonación bien
diferenciada. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido en este caso, aunque el triunvirato
de curadores se arrogue de haber alumbrado una muestra “neutral y libre de lecturas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A mí me dio la impresión de que se ponía cierto énfasis en
algunos artistas, a la par que se atenuaba a otros o se les dejaba fuera sin
mayores miramientos. Eso se veía nítidamente en el movimiento de apertura de la
exposición, donde yo creo que faltaban los escultores Fenosa y Granyer, y los
surrealistas Massanet y Planells. Y era también evidente más adelante, en el
ámbito dedicado a pintura de la década del setenta, donde encontré a faltar a
la mitad del grupo Trama: Javier Rubio y Gonzalo Tena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Por otro lado, al no ser esta una muestra monográfica acerca
de un lenguaje o movimiento específico, sino que ha querido abarcar la
panorámica del arte catalán a lo largo de dos décadas y media mostrando para
ello “las disparidades y tensiones” que confluyeron en la época, es obvio que
se ha puesto toda la atención en los movimientos de reactivación de las vanguardias, de ruptura,
de Arte Regenerado o que seguía a pies juntillas las modas del momento, en
detrimento de gente muy válida que trabajaba al margen de ese tipo de
supersticiones —Todó, Villà, Casaubón, Madola, Luisa Granero, Niebla, Joan Mora y
los surrealistas de la Sala Gaudí, entren otros muchos—; lo que convierte a la
exposición en una maniobra algo sesgada, parcial y sobre todo engañosa para el
espectador poco informado, que ha salido de la muestra pensando que la totalidad
de los artistas catalanes del período cerraron filas en pos del último grito,
cuando lo cierto es que el panorama era rico, variado y, como en botica, había
de todo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Discrepancias al margen, es indudable que ha sido una muestra
interesante y de gran riqueza testimonial, en la que se han podido ver obras poco o nada conocidas —y
eso siempre es de agradecer— que iluminan la germinación y los recodos, umbríos
y poco frecuentados, de las trayectorias de algunas de las luminarias locales
del arte del siglo pasado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-7Z5SWgNZA2E/VjZWKaPE3LI/AAAAAAAABOg/x13vS3nyGwE/s1600/mnac-fitxa-gran-ok.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-7Z5SWgNZA2E/VjZWKaPE3LI/AAAAAAAABOg/x13vS3nyGwE/s400/mnac-fitxa-gran-ok.jpg" width="271" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Figura en espai fluidic</i>, de Josefa Tolrà, una de las mejores obras de la muestra.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "angsanaupc" , "serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"> †</span><span style="font-size: 24.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<br />Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3724419319318267399.post-54031143191864481312015-09-20T07:40:00.000-07:002015-09-20T22:12:50.278-07:00BIBLIOTECA FÓSIL, Nº 5 (CATHAY)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-YWVd5wcoq84/Vf6fjIcsNtI/AAAAAAAABMA/2KI67MEnG7U/s1600/POUND.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-YWVd5wcoq84/Vf6fjIcsNtI/AAAAAAAABMA/2KI67MEnG7U/s400/POUND.jpg" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ezra Pound, autor de <i>Cathay</i>, en su pose más<br />
desafiante y conspicua..</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Biblioteca Fósil es la colección más radical de De La Pulcra
ceniza y el ejemplo que mejor ilustra el talante verdaderamente peculiar de
nuestro proyecto. Ninguna de las piezas que la compone es una labor de imprenta,
y ni siquiera su factura, y mucho menos su técnica, tienen parentesco alguno
con las Artes Gráficas. No obstante esa
filiación extraña, nosotros la presentamos y defendemos, con total honestidad y
sin ningún tipo de complejo, como colección neta y estrictamente editorial, en
el sentido amplio, necesariamente renovador y no siempre ortodoxo que puede
tener en nuestros días editar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Siguiendo con la presentación pormenorizada, desordenada y
muy espaciada de cada uno de esos trabajos, que iniciamos en junio de 2012 con
la entrada dedicada a <i>Four quartets</i>,
octavo número de la colección, hacemos hoy lo propio con un trabajo algo
anterior dedicado también a un título tan legendario como el del maestro Eliot
pero menos popular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Es uno de nuestros trabajos de talla más depurados y
de elaboración más laboriosa. Reproduce una supuesta edición artesana, hecha a
la japonesa y con el religado visto, del célebre poemario de Ezra Pound. Las
características de la edición y la editorial son ficticias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> Con todos ustedes nuestra particular versión de <i>Cathay</i>, quinto número de
esta Biblioteca Fósil. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-A2S6FvRxARw/Vf6ijJdY2eI/AAAAAAAABMM/0Kufi0jUx2M/s1600/logo%2Bfosil%2Bfad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="197" src="http://1.bp.blogspot.com/-A2S6FvRxARw/Vf6ijJdY2eI/AAAAAAAABMM/0Kufi0jUx2M/s320/logo%2Bfosil%2Bfad.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Biblioteca
Fósil, nº 5<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cathay</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">, Ezra Pound<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Mu
Publishing. Ibiza, 1973<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Mediada la década del
sesenta del pasado siglo, una migración de jóvenes, melenudos, iluminados y
muchachas que abominaban del sujetador recaló en la isla de Ibiza para quedarse
y, bajo el eslogan “Free, Love, Flowers, Happiness”, hacer del lugar una habitación promiscua
rodeada de mar. La fiesta fue, como es de prever, intensa pero breve; su pico
de ósmosis y disolución orgiástica coincidió con el verano del amor de 1969.
Después todo haría aguas con rapidez, y apenas en 1972 ese capítulo era ya un
hermoso espejismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> La mayoría se marchó,
y quienes pudieron se reciclaron en profesionales de algo y no se movieron de
aquel edén. Tony Townsed rehusó volver al lujoso redil familiar en el exclusivo
Primrose Hill. El dinero no había sido ni sería nunca problema para él. Así que
se hizo con una destartalada casa solariega provista de higuera y reloj de sol,
en la que se instaló para dedicarse a lo que le gustaba. Registró Mu Publishing
como marca editorial, habilitó el desván como imprenta y allí realizó sus
meritorios tirajes de poesía, filosofía y pensamiento místico, particularmente
hinduismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> De esta delicada
edición en papel artesano del justamente famoso <i>Cathay</i> de Ezra Pound, Mu Publishing hizo un tiraje restringido
escasamente a ciento cincuenta ejemplares numerados. El volumen ha quedado como
distinguido epítome de lo que aquel proyecto editorial dio de sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Muy imbuido ya en el
hinduismo y acaso amodorrado por los aromas del incienso, en 1979 Townsed cortó
la higuera, que había contraído un hongo y se pudría irremisiblemente, liquidó
lo poco que quedaba de Mu Publishing y fijó su residencia en Benarés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">---------------------------------------<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En la piedra de
factura impecable de este volumen perfectamente conservado todavía se deja ver
la vibración dorada del papel artesano amarillo en que fue impreso. Toda la
delicadeza de la encuadernación “a la japonesa” y la filigrana del religado
visto han pasado milagrosamente a la calcita para dar fe de la hermosura formal
y la hechura cabal de este Cathay de Ezra Pund, impreso artesanalmente en Ibiza
durante el otoño de 1973.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> El escáner ha revelado que este ejemplar es
el setenta y ocho de un escaso tiraje reducido a ciento cincuenta unidades
numeradas.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Nº de registro </span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">BF0052009B<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Ficha bibliográfica Cathay<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Ezra Pound<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Mu Publishing, Ibiza, 1973<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> 62 páginas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Edición hecha a
mano en papel artesano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> 150 ejemplares numerados<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Ficha fósil </span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Velocidad
de fosilización: vertiginosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Estado: endurecido pétreo y de color </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> blanco amarillento con máculas de amarillo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> ictérico en el anverso. Completamente curado y</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> con plena apariencia de calcita. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-q73CxYNrasw/Vf6_eZWr53I/AAAAAAAABMc/X4Gk7REnWBs/s1600/fad%2B019.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-q73CxYNrasw/Vf6_eZWr53I/AAAAAAAABMc/X4Gk7REnWBs/s400/fad%2B019.JPG" width="265" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Cathay</i>, Biblioteca Fósil, nº 5, vista del anverso.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-BgjoheQm3bU/Vf6_kFbWPqI/AAAAAAAABMk/dhE0pvRrDqs/s1600/fad%2B026.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-BgjoheQm3bU/Vf6_kFbWPqI/AAAAAAAABMk/dhE0pvRrDqs/s400/fad%2B026.JPG" width="265" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">vista del reverso.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span id="goog_1932464054"></span><span id="goog_1932464055"></span><br /></div>
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-dsgft1xM6wQ/Vf7C6W3Mn8I/AAAAAAAABNI/1MKr7tNpxjA/s1600/sacaner%2Bmu%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-dsgft1xM6wQ/Vf7C6W3Mn8I/AAAAAAAABNI/1MKr7tNpxjA/s400/sacaner%2Bmu%2B1.jpg" width="265" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Escáner del anverso.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-2d5rZwdKJjI/Vf7C_tIT_OI/AAAAAAAABNQ/kpjMUMq657M/s1600/scaner%2Bmu%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-2d5rZwdKJjI/Vf7C_tIT_OI/AAAAAAAABNQ/kpjMUMq657M/s400/scaner%2Bmu%2B2.jpg" width="265" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Escáner del reverso.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-AXzy9eOVKx4/Vf7Dm-ht08I/AAAAAAAABNY/h6SxaIaLFT8/s1600/mu.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://4.bp.blogspot.com/-AXzy9eOVKx4/Vf7Dm-ht08I/AAAAAAAABNY/h6SxaIaLFT8/s200/mu.jpg" width="118" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
Logotipo de Mu Publishing.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<span style="font-family: "AngsanaUPC","serif"; font-size: 24.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">†</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">
</span><i style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"> </i></div>
Juan Miguel Muñozhttp://www.blogger.com/profile/11669926460212809944noreply@blogger.com0