El próximo día 9 de septiembre publicamos,
finalmente, Ruta Nocturna, décimo número de la colección Libros De La
Micronesia, de cuya gestación a lo largo de estos dos últimos años hemos informado
parcialmente en algunas entradas de este blog.
A
consecuencia de nuestra particular noción de lo que significa editar, y de la
relatividad con que afrontamos las exigencias de premura y puntualidad, la
publicación ha visto la luz con casi medio año de retraso sobre la fecha de aparición
inicialmente prevista. Lo cierto es que nos quedamos cortos y no la pudimos
presentar en la última edición de la feria Arts Libris del pasado mes de abril,
como era nuestro deseo.
El
décimo número no es un ordinal cualquiera en la trayectoria de una publicación que
ha alternado la periodicidad anual con la bianual e incluso la trianual, como
es el caso de Libros De La Micronesia. Señala el momento preciso de inflexión
en que el proyecto pasa de uno a dos dígitos para numerar cada una de sus
entregas; tránsito simbólico en el que ―así queremos creerlo― deja atrás su
primera época y alcanza la mayoría de edad, su incipiente madurez como empresa
que ha logrado, como mínimo, mantenerse en el tiempo.
Trabajando en este número, colocándole ese intimidante
“Nº 10”, hemos percibido por primera vez que nuestra criatura franqueó hace
tiempo su pubertad y su particular adolescencia, y que la hemos llevado de la
mano a través de la maleza mustia de los años sin advertir que todos nos
hacíamos mayores.
Gestar y culminar una publicación tan
poderosamente señalada por las circunstancias es un reto para cualquier
proyecto editorial. En De La Pulcra Ceniza nos pusimos manos a la obra
totalmente convencidos de que el décimo número iba a ser especial en nuestra
trayectoria, y de que si puede hablarse de “continuidad ascendente” en la curva
que la colección describe, Ruta Nocturna debería ocupar, con suficiencia y por
méritos propios, la cresta de la primera época de Libros De La Micronesia.
Que hayamos logrado o no ese propósito lo sabremos en breve y nos lo
delatará un sonido: el eco que el impacto de la publicación tenga entre nuestro
público.
Como todo Libro De La Micronesia que se precie,
Ruta Nocturna es una publicación compleja que integra elementos textuales,
plásticos y objetuales que interactúan entre sí en estrecha piña conceptual y
estética. Su cuerpo central (Ruta Nocturna) se ha destilado a partir de los
textos de David Aceituno y las ilustraciones de Juan Miguel Muñoz, que
trabajaron por separado con intención de que imagen y texto no se solaparan o
fueran redundantes más allá de lo inevitable. A ese cuerpo central hay que
añadir La bestia que desprende luz, de Luís Vadillo, un texto lateral pero
imprescindible para la compensación de fuerzas de la publicación.
A
esos dos elementos constituyentes se suman una serie de añadidos entrañables y
detalles curiosos que otorgan al conjunto su peculiar timbre de edición fuera
de lo común: el libreto con imágenes de camioneros y sus venerables máquinas,
un tacómetro usado, fragmentos del manual de instrucciones de un camión Pegaso,
etc.
Como
ya es habitual, la publicación se presenta en el típico estuche impreso a una
sola tinta, negra en este caso, iluminada únicamente con nuestro conocido
logotipo.
La
publicación va dedicada a Alfonso Lozano, amigo, mecenas y mucho más recientemente
desaparecido, y ha contado con el apoyo incondicional de: Élite Gràfic 2000;
Group Advance Industrias Gráficas; Service Point; Baró Siglo XXI; Doresa S.A.;
Guarro Casas, Egedsa y Luis Milá. Nuestra sincera gratitud a todos.
El
equipo que ha alumbrado Ruta Nocturna lo componen: Araceli Ramos, Juan Miguel
Muñoz y, muy especialmente, nuestro ya legendario e irrepetible binomio de
productores: Ángel Fraternal & Daisy Dusk.
La edición consta de 450 ejemplares numerados, que ponemos a la venta el
próximo día 9 de septiembre al precio de 40 € c/u. Únicamente lo venden De La
Pulcra Ceniza y la Llibrería Laie CCCB de Barcelona.
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