Hubo un tiempo en que
buena parte de los libros se hacían con el cuidado y el amor al detalle que
exigen las Artes Gráficas. Hasta no hace mucho, adentrarse en cualquier modesta
edición de tiraje masivo pasaba por franquear una tapa provista de camisa, cruzar
las guardas iluminadas y dar con un papel decente y una elegante portada a dos
tintas con viñeta incluida.
Muchas de esas
hermosas publicaciones andan por el mundo desahuciadas, y han acabado sus días
en el cajón de revolver de los libreros de lance junto a obras de papel pajizo
editadas al descuido. Entre la rústica
infame de toda época, la novelería de peseta de ayer y el cordel de hoy mismo hay
en esos revoltijos promiscuos ediciones modélicas de José Janés, de la
editorial Apolo, de Afrodisio Aguado, de Paluzie.
La usura del tiempo
y el rasero del olvido hacen de esas frazadas de libros un todo lastimoso donde
dominan el color y el olor de la decrepitud. Se nos han ido muchas mañanas de
domingo espigando en esas fosas comunes la obra hecha con primor. Bajar a
pulmón hasta el fondo de ese pantano de papel barato y volver a la superficie
con algo decente ha sido durante años el objeto de nuestro baño místico en la
edición.
Hemos acabado por
intuir que, más allá del mero pasatiempo y el
sigiloso crecimiento de nuestra humilde colección, esa tarea de
recuperación podía tener una finalidad y un sentido. Nos ha llevado tiempo
entender que lo que esas publicaciones sentenciadas merecen y buscan en
nosotros es una segunda oportunidad, una vida nueva.
Proporcionar
expectativas y un nuevo porvenir a una edición cabal, irremisiblemente venida a
menos y en peligro de esfumarse para siempre en el molino de papel —cuando no
en el fuego—, es lo que nos propusimos al crear La Estampa Indeleble.
El corte con su
pasado y la inmersión de un libro modesto en otro porvenir exigen para él una
nueva identidad en un ámbito bien distinto al de la vida de anonimato y
grisalla que tuvo en su día. El cometido de La Estampa Indeleble es indagar
acerca de qué autor y bajo qué estética y pie editorial es creíble esa nueva
identidad. Y llevarla a cabo, con todo el esmero y no poca dificultad, en
páginas no impresas extraídas de la propia publicación.
Hay un solar que no
es de nadie porque es de todos, donde cada cual hace fuego del talento propio y
pone a hervir en una olla lo que es común: los procedimientos irreverentes del
arte de hoy, la cultura de masas, los hitos del diseño, las ruinas de una
determinada estética y todo aquello que a uno le parezca. Y después lo sazona y
lo sirve allí mismo, al aire libre.
Así es como opera La
Estampa Indeleble. Aunque el secreto a voces de su cocina vendría a ser ese, lo
cierto es que su auténtico latido es bien simple y puede ser descrito con muy
poco: la admiración sin reservas por los libros hermosos y las Artes Gráficas
tradicionales.
"Mick Jagger , Some girls", colección particular. |
© de todas
las imágenes, De La Pulcra Ceniza, 2012.
Cada ejemplar de La Estampa Indeleble se presenta sobre un fondo de terciopelo rojo en caja de metacrilato, y lleva en el reverso una etiqueta con la fecha de impresión y la acreditación como ejemplar único.
La Estampa Indeleble se vende en la tienda virtual de la librería anticuaria Volaterra.
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